En el Allianz Stadium, la victoria se resistió para Juventus y Barcelona, pero al menos un jugador que podrá dormir algo más tranquilo después de la que, probablemente, haya sido una de las peores semanas de su trayectoria: Gianluigi Buffon. Tras la eliminación de la selección ‘azzurra’ del Mundial de Rusia y la inesperada derrota por 3-2 ante la Sampdoria, el guardameta de Carrara recuperó la sonrisa volver a dejar su portería inviolada.
Cierto es que Buffon tampoco lo tuvo muy complicado, el Barça generó poquísimas ocasiones reales de peligro y solo tiró a la portería rival en un par ocasiones. El resto del trabajo lo hicieron sus compañeros, cerrando los espacios para que el Barça no pudiera moverse a su antojo.
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El partido frente al Barcelona fue, a su vez, la vuelta de Buffon a casa después de empatar contra Suecia en Milán y perder en Génova. El guardameta se reencontró con su afición y recibió también el calor de los seguidores culés desplazados hasta Turín. Al término del partido, Gigi se acercó al sector visitante para agradecer el apoyo de la afición del Barça y lanzó sus pantalones a la Curva Nord del estadio. La camiseta quizá se la reservó para regalársela a Rakitic después de las declaraciones de admiración que se han lanzando mutuamente durante estos últimos días.