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El FC Barcelona cayó en el estreno liguero en San Mamés con un gol en la recta final de Aduriz. Una acción que hizo estallar a Gerard Piqué sobre el terreno de juego con destinatario claro de su enfado, Ousamane Dembélé.
El capitán del Barça en el estadio bilbaíno consideró que el galo no había ejercido con corrección su cometido y podía haber evitado que Capa, autor del centro, sirviera el balón con tanta comodidad.
Nada más marcar Aduriz y mientras los jugadores del Athletic celebraban el tanto enloquecidos, Piqué se giró hacia Dembélé con aspavientos y gestos de que debía estar encima de Capa.
Bronca prolongada
La bronca se prolongó durante toda la celebración y Ousmane se quedó sin palabras. Agachó la cabeza sin resplicar al central.
Frankie de Jong, que estaba en medio de ambos, siguió la escena atónito, sin tampoco abrir boca. El equipo estaba abatido por el gol y Piqué era el único que gesticulaba mostrando con un gran enojo.
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Dembélé tuvo una actución muy gris en San Mamés. En ninguna de las dos bandas desequilibró y ni tan siquiera pudo conectar con su amigo y compatriota Antoine Griezmann.