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Ha sido probablemente la imagen del partido. Òscar Mingueza, un futbolista que ha irrumpido prácticamente de la nada esta temporada y al que Ronald Koeman ha dado toda la confianza, ha protagonizado una 'frivolité' en una zona comprometida con 3-2 en el marcador y rondando el minuto 75 de juego del Barça-Getafe. Lo cierto es que le ha salido como los ángeles y ha significado una acción de peligro que Trincao no ha sabido concretar.
Pero la realización rápidamente se ha ido rápidamente hacia la figura de Ronald Koeman, que estaba fuera de si recriminando al canterano el haber arriesgado tanto en un momento tan crítico del partido y con el equipo saliendo. Tampoco le ha gustado que Mingueza subiera con tanta alegría a atacar sabiendo que no tenía opción de intervenir y dejara así desguarnecida la zaga.
Lo cierto es que Ronald se ha puesto hecho un basilisco y a los dos minutos ha sustituido al futbolista y ha dado entrada a un Samuel Umtiti que no jugaba desde el pasado 6 de marzo.
EL 'ENCUENTRO' EN EL BANQUILLO
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Mingueza se ha retirado del terreno de juego por el otro extremo del campo y cuando ha pasado por delante del banquillo se ha dirigido directamente hacia su entrenador para saludarle y pedirle disculpas. A Koeman le ha costado reaccionar, pero finalmente le ha dado la mano. Òscar parecía que quería dar explicaciones, pero el neerlandés, aún encendido le ha espetado un "luego hablamos". Seguro que de cosas como esta aprende un jugador que no para de crecer.