Bojan Krkic: "El Barça es calidad y continuidad"

Bojan Krkic es el padre de Bojan Krkic o, lo que es lo mismo, Bojan Krkic es el hijo de Bojan Krkic, que trabajó en el Barça mucho antes de que lo hiciera Bojan Krkic, hoy mano derecha de Deco en la dirección deportiva. Ambos, más allá del parentesco, comparten muchas cosas, pero hoy recibimos en SPORT a quien durante 22 años fue ojeador en el club y hoy trabaja para AC Talent, agencia de representación de Arturo Canales.

¿Qué hace un serbio como usted desde hace tantos años en Catalunya?

Llegué en 1988 de la antigua Yugoslavia para ganarme la vida como futbolista mejor que en mi país. Lo tenía todo hecho con el Sabadell para jugar en el lugar de Kitanovski, pero al final no se fue y me quedé sin club. 

Vaya.

Estaba en el hotel Princesa Sofía esperando. Recuerdo que Johan Cruyff negociaba su incorporación como entrenador. Al final fui al Mollerusa, que acababa de subir a Segunda. Encantado de la vida. 

Y ya no se movió.

Me lesioné, conocí a Maria Lluïssa, que era enfermera, me enamoré y aquí sigo.

Una historia preciosa.

Sí, y empecé a entrar también en el mundo del fútbol, primero como jugador, después como técnico.

Y ojeador.

Antes creamos en Bellpuig una escuela de fútbol con la que empezamos a destacar. Cada año, por Sant Joan, montábamos un torneo internacional al que venían los grandes clubs de España y de Europa, entre ellos el Barça y sus responsables. Así empezamos a conocernos y empecé a trabajar como ojeador en el club. Al final fueron 22 años.

Y además su hijo fichó por su fútbol base.

Bueno, pero Bojan no entró por mí, sino porque jugaba en mi escuela y cuando se jugó un campeonato en la provincia de Lleida en categoría benjamín fue proclamado mejor jugador y máximo goleador. El Barça se fijó en él y Martínez Vilaseca, en paz descanse, que trabajaba entonces en el barça, lo firmó. 

Veo mucho fútbol y el equipo de Flick es claramente uno de los candidatos a ganar la Champions

Bojan Krkic

¿Es más difícil ser padre de futbolista profesional del Barça o ser ojeador del club?

Es complicado, difícil no, pero es complicado compaginar ambas cosas. Yo tenía claro que no había que mezclar ambas cosas, pero cuando llegó al primer equipo yo estaba en el departamento de scouting con Txiki Begiristain y claro, en algunas reuniones salía el nombre de mi hijo. No era fácil, pero él tenía que hacer su trabajo y yo el mío. 

Que era ver partidos y descubrir talento. 

En aquella época todos participábamos de los fichajes, pero sí recuerdo con cariño, porque yo llevaba Francia, la llegada de Abidal, Keita, Touré Yayá... También otros frustrados como Luka Modric o Ribery.

Acertar o no, cuando hay tanto dinero en juego, debe suponer una enorme presión.

Tienes que buscar un perfil de futbolista que encaje en las exigencias de Barça, teniendo en cuenta la presión, la continuidad en el juego y el saber llevar esta camiseta, que no es fácil. No todo es tener talento y yo, antes de recomendar a alguien, necesitaba conocerle como persona a él y a su entorno. Solo así podía estar seguro de no fallar.

Todo el mundo se equivoca alguna vez.

Mira Hleb. Llegó del Arsenal, pero no pudimos llegar a conocerlo porque no es fácil acercarse a los jugadores del Este, están muy protegidos por sus familias y agentes. Era muy buen jugador, pero no supo soportar la presión del Barça.

Ya.

Jugar en el Barça obliga a tener un rendimiento alto en continuidad. Hay futbolistas muy buenos, grandes talentos, pero te juegan uno, dos o tres partidos. Como Leao, por ejemplo, del Milan, que es magnífico y lo tiene todo, pero no la continuidad.

¿Algún ejemplo en positivo?

Modric en el Madrid, por ejemplo, pero más recientes tienes a Casadó o a Lamine Yamal. Ahí lo tienes: calidad y continuidad. 

El éxito de La Masia es fruto de la metodología, del scouting y de la selección de talento

Bojan Krkic

¿Por qué lo del Barça y su cantera no ocurre en otros grandes clubs?

Los grandes de España, Atlético y Real Madrid, no tienen esa costumbre de contar con los jóvenes. Y cuando llegan a las puertas de primer equipo se van. Los del Barça saben que tendrán oportunidades... Pero también es fruto de la metodología de trabajo, del scouting, la selección de talento... ¡Y la formación! Les preparan para el primer equipo, no para el fútbol profesional. Entonces, cuando llegan todo fluye de forma natural. Es algo normal para ellos. Esa es la historia de este club. 

¿Hay equipo para grandes retos? ¿La Champions?

Todo esto es muy largo, pero el Barça sí es uno de los candidatos. Veo mucho fútbol y a todos los favoritos. Claramente, sí. Tienes calidad con gente como De Jong, que es un gran jugador, Lewandowski, Raphinha y otros jóvenes que han demostrado y están dando la talla. Y el entrenador, Hansi Flick, que es un líder en silencio y está acostumbrado a esta competición. Y cuando recuperen a Araujo y al mejor Gavi, que ya está volviendo, tendrá una plantilla más amplia. Sí, pueden llegar al nivel de Manchester City, de PSG, de Juventus, de Inter...

Próxima parada: Estrella Roja, donde usted jugó. ¿Qué le espera al Barça?

Un ambiente precioso y un equipo inferior en calidad, pero que está creciendo.