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A la espera de que el comité de Competición emita la sanción derivada de su expulsión en la final de la Supercopa, los servicios jurídicos del Barça ya preparan sus alegaciones para intentar rebajar el castigo que pueda sufrir el jugador argentino.
Gil Manzano le mostró la roja directa en el minuto 120 del partido ante el Athletic, tras interpretar que había agredido a Villalibre, tras comprobar en el VAR las imágenes de la acción.
En el acta, Gil Manzano explicó que Messi golpeó a un rival "con el brazo haciendo uso de fuerza excesiva estando el balón en juego pero no a distancia de ser jugado”.
La jueza del comité de Competición, Carmen Pérez, debe decidir la sanción: si considera que la acción de Messi es grave, podría imponerle cuatro partido, pero si la interpreta como leve, a Messi le caerían como mucho dos partidos.
El Barça, por su parte, argumentará que no existe agresión, ya que la toma más frontal de las imágenes demuestra que Leo no golpea deliberadamente a Villalibre, sino que se lo quita de encima porque el jugador del Athletic se interpone en su camino.
De hecho, en el transcurso del partido, Gil Manzano no apreció agresión: solo expulsó a Messi tras acudir al VAR y revisar las imágenes que se le mostraron.
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Es la primera expulsión de Messi como jugador del Barça.