El FC Barcelona y el París Saint-Germain sólo han coincidido en una ocasión en una gran final europea. El precedente data del 14 de mayo de 1997, cuando parisinos y blaugrana se midieron en la final de la Recopa disputada en el estadio De Kuip de Rotterdam. El conjunto barcelonista se acabó imponiendo por un ajustado marcador de 1-0 gracias a un tanto del brasileño Ronaldo desde el punto de penalti.
El inglés Bobby Robson, entonces técnico del Barcelona, alineó a Vitor Baía, Ferrer, Couto, Abelardo, Sergi, Popescu, Guardiola, Figo, De la Peña, Luis Enrique y Ronaldo, mientras que Amor, Stoichkov y Pizzi salieron al campo en el segundo tiempo. El PSG contó con jugadores como Lama, Le Guen, Guerin o el panameño Dely Valdés, siendo sus estrellas los brasileños Raí, que pocos años antes con el Sao Paulo había sido el verdugo de los blaugrana en la final de la Intercontinental con dos goles, y Leonardo.
Los parisinos, dirigidos entonces por el portugués Ricardo Raimundo Gomes, pagaron un precio muy alto por el penalti que N'Gotty cometió sobre Ronaldo pocos minutos antes del descanso. El propio delantero brasileño se encargó de lanzarlo, logrando así su quinto gol en la competición aquella campaña.
El Barcelona fue superior, pero no supo aprovechar sus ocasiones (Figo envió dos chuts consecutivos a los postes), mientras que el PSG pudo igualar el marcador en un disparo de Loko que se estrelló también en el poste en el 57'.
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Finalmente, el equipo blaugrana levantó su cuarta Recopa, aunque el título no le valió de nada a Robson, que ya estaba sentenciado (el holandés Louis van Gaal, su sustituto, presenció el partido en el palco de De Kuip). Josep Lluís Núñez, presidente del club barcelonista, ya tenía decidido relevarle en el banquillo. El propio técnico inglés no se mordió la lengua en la sala de prensa al afirmar que "preguntadle a Núñez si esto me asegura el puesto". Él ya conocía la respuesta.