El Barça anunció a mediados del mes de diciembre del año pasado la desaparición de los carnets de socio físicos y que, a partir de este año serían “exclusivamente en formato digital”. Las únicas excepciones previstas son para los mayores de 70 años, para evitar la brecha digital, y para quienes decidan pagar diez euros para mantener el antiguo formato. El argumento fue “ser coherentes con las acciones, iniciativas y políticas orientadas a la sostenibilidad”.
La medida, tomada el año del 125 aniversario del club, no gustó a muchos socios, que mostraron su malestar. El tema salió en la reunión mantenida por diez representantes de cinco grupos de opinión del Barça junto al presidente, Joan Laporta, y a la vicepresidenta, Elena Fort, el pasado lunes. Los mandatarios culés escucharon con atención las razones expuestas en el encuentro y se mostraron dispuestos a replantearse la medida.
Joan Laporta atendió a socios del Barça en las oficinas del club
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En ese sentido, se comprometieron a buscar soluciones para que los socios y socias de la entidad puedan seguir disfrutando del formato físico del carnet, un elemento acreditativo de su condición y cuyo valor sentimental es enorme para muchos de los propietarios del club. Así ha sido a lo largo de la historia.