Gerard Piqué es una pieza fundamental del Barça. A sus 35 primaveras, sigue siendo el líder de la retaguardia blaugrana. Sin ninguna duda. Se vio en el Reale Arena, cuando protagonizó una exhibición portentosa pese a las molestias musculares que arrastraba y se erigió como un muro para los atacantes vascos. Y, sobre todo, se volvió a ver, como en cada partido que se pierde, contra el Rayo Vallecano. Porque, a veces, la importancia de un futbolista en un equipo adquiere mayor dimensión en sus ausencias que en sus apariciones.
Esta temporada, el segundo capitán culé no ha podido jugar, entre lesiones y sanciones, nueve partidos. Los datos hablan por sí solos: el Barça solo ha dejado su portería a cero en uno de esos encuentros, el que disputó a principios de noviembre en el estadio del Dinamo de Kiev (0-1). En los otros ocho duelos ha encajado 14 dianas, casi dos por compromiso (1,75). El balance barcelonista sin Piqué no es desastroso (cinco victorias, un empate y tres derrotas), pero manifiesta claramente la jerarquía y la relevancia del ‘3’. Cuando él no juega, el equipo es incapaz de ofrecer una sensación de solidez.
Ronald Araujo y Eric Garcia son centrales muy prometedores, pero todavía no son realidades como él. Aún tienen mucho margen de mejora. En Liga hay varios ejemplos que lo demuestran. El Barça se ha dejado remontar un 0-3 en Balaídos (3-3), ha sufrido para ganar al Elche (3-2) y al Getafe (2-1) en el Camp Nou y al Levante en el Ciutat de València (2-3) y ha sido asaltado por el Cádiz y el Rayo Vallecano (0-1). El triunfo en Mestalla (1-4) es, seguramente, el mejor partido del conjunto catalán sin el jefe de su defensa, aunque el Valencia hizo méritos para que la goleada fuera menor. El otro partido sin ‘Geri’ es el correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Europa League, el encuentro de la ‘invasión’ del Eintracht Frankfurt (2-3).
NOTICIAS RELACIONADAS
Ya lo avanzó Tito Vilanova en una entrevista en ‘El País’ en 2011. “Hubo un momento en que rezábamos para que no cayera Piqué. Si se lesionaba, se nos desmontaba el invento, se nos caía. Fue terrible el desgaste al que le sometimos", reflexionó hace más de una década. El central de la Bonanova lleva muchos años siendo trascendental para el Barça. Incluso en los mejores años de su historia, el equipo se desmontaba sin su jerarca. Ahora que la situación deportiva no es favorable, y pese a llevar tanto tiempo al máximo nivel, su figura es más primordial.