Es bien sabido que el mes de mayo, normalmente se presta a las celebraciones y efemérides ya que muchas competiciones celebran sus finales en estas fechas. Los grandes clubes, como el Barça, tienen motivos durante la segunda quincena para, casi cada día, rememorar una conquista importante. Un buen aliciente cuando ya se piensa en regresar a la competición de La Liga a mediados de junio y en agosto existe el reto de la Champions 2019/20, con la eliminatoria de octavos de final frente al Nápoles por decidir.
Así, si el miércoles 27 de mayo tocó recordar el éxito blaugrana en la final de la Champions 2008/09 disputada en el Estadio Olímpico de Roma, este jueves 28 llegó el turno de la final de la campaña 2010/11 jugada en Wembley. Ambas tienen en común el rival, el Manchester United entrenador por sir Alex Ferguson, al que el equipo de Josep Guardiola superó en ambas ocasiones.
En el caso de la final de 2011, también hubo una serie de cargas simbólicas. Por ejemplo, que el propio Ferguson reconociera haber recibido 'una paliza' futbolística, no tanto por el resultado (3-1), como por el fútbol desplegado.
También, porque el nuevo estadio de Wembley se erige sobre los cimientos del antiguo estadio en el que el Barça conqusitó su primera Copa de Europa, en el ya lejano 1992.
Además, la cuarta Champions blaugrana tuvo un fuerte componente emocional debido a que el entonces defensa del equipo, Éric Abidal, ahora secretario técnico de la entidad, superó un cáncer de hígado en esa campaña a tiempo para participar en el choque.
En uno de los tuits el Barça recordaba el momento en el que Abidal, gracias a la generosidad del capitán Carles Puyol, recogía la copa que acreditaba que el Barça había conquistado la que en ese momento era su cuarta Champions League:
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También recordaban el golazo conseguido por David 'El Guaje' Villa: