El Barça Atlètic inició con mal pie su andadura en la presente edición de la Primera Federación. Un tempranero gol de Escobar valió a la SD Logroñés para llevarse la victoria, con un juego muy ordenado, dejando que el filial tuviera muchos problemas para genera ocasiones de gol.
El partido arrancó con control blaugrana, pero se encontró con un jarro de agua fría. Escobar se revolvió muy bien en el área ante Cortés y marcó con un disparo seco. Una acción que marcó el devenir del partido.
La SD Logroñés se sintió cómoda defendiendo y saliendo a la contra frente a un conjunto de Rafa Márquez, que caía demasiado a menudo en fuera de juego y no encontraba apenas espacios.
Vaselina de Percan
Diego Percan, quien ejerció de '9', con Pau Víctor a la izquierda y el Pocho Román a la izquierda, tuvo la mejor ocasión azulgrana del primer tiempo. El ex de la Cultural se llevó la pelota con calidad, intentó superar al meta de vaselina pero el balón quedó colgado en la parte superior de la red de la portería.
Una acción puntual que el filial no supo aprovechar. El equipo tenía que hilar muy fino frente a un rival ordenado. Tampoco pudo el Pocho Román cabecear a la red en el segundo palo tras un excelente recorte de Moha.
En esta categoría los errores son imperdonables. Así lo acusó el Barça Atlètic con el gol recibido y Bernal se libró por los pelos de una expulsión tras derribar a Escobar cuando era el último hombre. La acción acabó en amarilla entre la indignación de la parroquia local. Fue en el inicio del segundo tiempo y el cuadro de Márquez siguió con todos sus efectivos en el campo.
Aleix Garrido aporta luz
El dominio barcelonista se acentuó con un Aleix Garrido clarividente. De sus botas partió un pase excelente a Pau Víctor que, solo ante el portero, estrelló su trallazo en el poste. La acción más clara para poner las tablas.
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El propio Aleix Garrido, listo en un córner, empalmó una pelota en el segundo palo que se fue alta. Márquez apostó entonces por Darvich para tener mayor desborde, aunque no fue suficiente. Al Barça Atlètic cada vez le costó más y no hubo manera de derrumbar la muralla riojana para evitar la primera derrota.