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Arabia Saudí se ha puesto en el mapa del fútbol mundial a través de una inversión bestial en futbolistas. Los árabes han conseguido convencer a estrellas de primer orden, pero este verano se va a dar mucho movimiento.
Algunos cracks no están rindiendo y los clubes de Arabia pueden abrirles las puertas para fichar recambios de lujo, y otros comienzan a estar hartos de la vida en Arabia Saudí y van a apretar para que les dejen marchar.
El Barça está muy atento al mercado de Arabia Saudí y algunos jugadores se han ofrecido ya para el futuro. Es evidente que cobran salarios impagables, pero muchos están dispuestos a perdonar dinero y, en otros casos, a los clubes árabes no les quedará más remedio que pagar parte de sus fichas para cederles.
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Pueden surgir oportunidades de primer nivel con costes razonables y el club blaugrana está obligado a explotar esa vía. De hecho, este verano ya se ofreció algún jugador interesante aunque la operación no acabó de cuajar. El Barça tiene relaciones abiertas con varios clubes y tampoco se descarta alguna venta como la que ya sucedió con Kessie en los últimos días de mercado. Habrán movimientos seguro.