Contra las cuerdas en Europa, el proyecto de Ronald Koeman se juega su ser o no ser en la Champions. A un lado, el famoso “es lo que hay”. Al otro, la exigencia histórica de la camiseta azulgrana.
Todo lo que no sea ganar al Dinamo de Kiev supondría una crisis de proporciones bíblicas antes del clásico. El que avisa no es traidor.