Bernardo Patricio Cos Luján nació en Córdoba (Argentina) el 31 de marzo de 1949 y dio sus primeros pasos en el ‘baby fútbol’ del barrio Cabo Farina con 8 años. A los 12 llegó a las divisiones inferiores del CA San Lorenzo cordobés como interior derecho. Con 16 debutó en el primer equipo ya como extremo por la misma banda: “Era flaquito y rápido”, recuerda. Y, con 20, ya como ‘9’ o ‘10’, fue el máximo realizador de la Liga Cordobesa de Fútbol. Su rendimiento despertó el interés del CA Belgrano, que lo fichó en 1970. Cos brilló en el Nacional de 1971 con el celeste que dirigía Enrique García y en el que también destacaban el ‘Milonguita’ Heredia −llegaron juntos al Barça−, José Omar ‘Pepona’ Reinaldi o el volante de apellido casi impronunciable Antonio Syeyyguil. Para los entendidos, fue el mejor equipo que tuvo Belgrano.
En Rosario, en un partido contra Newell’s, Jorge Bernardo Griffa, antiguo jugador del Atlético de Madrid, vio en acción a Cos y a Heredia y los recomendó al Barça, encargándose de la ‘operación traspaso’ el intermediario Juan Mascaró, que elaboró informes deportivos y personales de ambos jugadores antes de iniciar los trámites. Por aquel entonces, 1972, las fronteras del fútbol español estaban cerradas a los extranjeros, aunque no a los oriundos (jugadores del exterior con raíces españolas).Cos y Heredia (entonces en las filas de Rosario Central) llegaron en estas condiciones después de falsear la documentación, como hicieron prácticamente todos los clubs. Fueron presentados el 29 de agosto de 1972 en La Masia. Cos, pese a ser argentino, recaló en España con pasaporte paraguayo, como Bernardo Patricio Fernández Cos y nacido en Santísima Trinidad. Costó 55.000 dólares. Fue aceptado sin problema alguno por la Federación. A Heredia, sin embargo, pese a presentar los mismos papales, le cerraron las puertas y tuvo que emigrar a Portugal.
Llegó lesionado
Cos, que pasó de ir a los entrenamientos de Belgrano en bicicleta a Europa, llegó lesionado. Arrastraba una rotura fibrilar en el recto anterior del muslo derecho. Se había roto 20 días antes de la firma y tuvo que operarse a finales de noviembre. Su familia no sabía nada. Fue la primera vez que visitó un quirófano. Michels lo hizo debutar el 18 de febrero de 1973, en un amistoso contra el Sparta Rotterdam en el Camp Nou. Su primer partido oficial lo disputó el 28 de marzo, en Huelva contra el Recreativo (0-0) en la Copa y, ante su nueva afición, lo hizo el 1 de abril, en un Barça-Celta (2-0) de Liga. Fue el autor del segundo tanto.
En la campaña 1973-74 hizo toda la pretemporada, jugó el Gamper y participó en los primeros partidos de Liga. La llegada de Johan Cruyff (se habían abierto las fronteras a los extranjeros tras estallar el escándalo de los oriundos) apartó a Cos de la titularidad. Le tocó “mucho banquillo” porque “era muy difícil jugar en cualquiera de las posiciones de ataque”. Ese curso el Barça, con el ‘Cuchi’ en la plantilla, fue campeón de Liga y puso fin a 14 años de sequía.
En la temporada 1974-75 jugó más (11 partidos y 1 gol, al Betis). Recuerda en especial un Barça-Athletic (4-0) del 25 de mayo de 1975. Dio la asistencia del 1-0 a Marcial, estrelló un derechazo en la madera y enlazó mucho juego de la banda al centro. Salió ovacionado del Camp Nou. Kubala, seleccionador español, llegó a hablar con él para llevarlo al equipo nacional, pero Cos, con pasaporte falso, le dio largas. Con la llegada de Hennes Weisweiler al banquillo azulgrana el curso 1975-76 acabó el periplo del ‘Cuchi’ Cos como azulgrana, un apodo que se ganó de niño, en los ‘potreros’ cordobeses. Su último partido lo jugó en Girona, en octubre de 1975, en un amistoso. El técnico alemán nunca contó con él.
Destino Burgos
Cos quiso poner fin a su aventura europea y estaba decidido a volver a Córdoba. Tenía a sus padres enfermos. Recibió propuestas del Elche y del Málaga. No hubo acuerdo. Sí lo tuvo hecho con el Sporting de Gijón, pero cuatro derrotas consecutivas sentenciaron a Pasieguito y el nuevo entrenador, el galo Pierre Sinibaldi, frenó la operación. “Por conducta me quería todos”, asegura. Apareció entonces el Burgos. Cos prestó juramento de acatamiento a las Leyes Fundamentales españolas ante el juez del Registro central civil del Ministerio de Justicia, en Madrid, y, desde entonces, marzo de 1976, gozó de los beneficios de la doble nacionalidad. Las gestiones las llevó personalmente el presidente del club burgalés, Martínez Laredo.En Burgos, bajo las órdenes de Lucien Müller ascendió a Primera, pero se lesionó en el cuarto partido, el 28 de marzo, contra el Deportivo en Riazor. Mordió el polvo en el minuto 11: fractura de tibia y peroné. “Me quebré”, recuerda el ‘Cuchi’, para agregar que “fue, otra vez, en la pierna derecha”. Enyesado, regresó a Burgos en tren. Se puso en manos del azulgrana Dr. Bestit, que le insertó un clavo. Reapareció siete meses después, en un Acero-Burgos de Copa (octubre de 1976) dirigido por Marcel Domingo. En la última jornada del curso 1976-77 ayudó a mantener la categoría al equipo derrotando a la Real Sociedad en El Plantío (2-0) con un gol suyo. El otro llevó la firma de Juanito. “El presidente Martínez Laredo entró en el vestuario con champán y me renovó un año”, rememora.
Regreso a Argentina
Siguió en el Burgos (1977-78) y cuajó la mejor temporada: 25 partidos y 5 goles. Se fue de vacaciones y en Argentina se enteró que le habían dado la carta de libertad. Se enroló a nuevamente al Belgrano por espacio de seis meses y en 1979 firmó por el CD Maipú de Mendoza (1979). Regresó después al Pirata (Belgrano) y colgó las botas en 1980. Con el dinero que ganó en España compró propiedades en Buenos Aires y se enfocó hacia los banquillos. Dirigió a San Lorenzo de Córdoba, al que hizo campeón, pero la dirección técnica profesional no era lo suyo. Bajó escalones y pasó a formar chicos en Belgrano, Las Palmas… “Pero en las inferiores el problema fueron los padres”, recuerda. “Esto no es para mí, me dije, y lo dejé”, añade.
Compró un establecimiento de quinielas, loterías y servicios bancarios en el barrio cordobés de Parque Horizonte, donde trabajó durante 34 años. Ahora, ya jubilado, el negocio lo llevan sus hijos Marcos Patricio y Valeria Sandra. Él disfruta de sus nietos Leonel Patricio y Laura Belén. Cos es muy popular en su Córdoba natal y la hinchada de Belgrano le ha hecho un mural en una plaza cercana a su domicilio. Se ha pedido al gobierno municipal que el lugar lleve su nombre.
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“Tengo grandes recuerdos de Barcelona. Fue un orgullo jugar allí. Había un gran compañerismo. Nunca olvidaré ese tiempo…”, dice. En el living de su casa tiene un pequeño museo deportivo. Conserva la camiseta del debut, fotografías, banderines, documentos… Un pedacito del Barça vive en Córdoba y el ‘Cuchi’ Cos custodia esa llama para que no se apague.