Arthur Melo pondrá el punto y final a su periplo en el Barça de la peor manera posible, sancionado por el club, dolido con el cuerpo técnico y con la sensación de que tanto el Barça como él mismo han dejado pasar una excelente oportunidad.
A sus 23 años, el brasileño cree que se va del equipo justo en su mejor momento, cuando su fútbol empezaba a consolidarse, antes de la pandemia. De hecho, Quique Setién llegó a felicitarle por su rendimiento en el partido ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, pese a la derrota.
El técnico cántabro le consideraba entonces un jugador muy importante: antes del confinamiento, y a las órdenes de Setién, solo dejó de jugar un partido, ante la Real Sociedad, por lesión.
En su círculo más cercano, Arthur ha lamentado que el traspaso a la Juventus le haya llegado en un momento en el que estaba físicamente mejor preparado que nunca, gracias a un plan especial que complementaba a las instrucciones de los preparadores físicos del club. También se había puesto en manos de un nutricionista que mejoró notablemente su alimentación.
De cero a cuatro goles
Estadísticamente, el jugador había dado un paso adelante: en su primera temporada sumó dos asistencias, mientras que en este curso llevaba cuatro goles y cuatro asistencias.
El centrocampista brasileño había superado además los problemas en el pubis que le habían dado problemas a finales de 2019. "Por fin estoy jugando sin dolor", había confesado a sus allegados.
El jugador también considera que su entorno personal y su adaptación a la ciudad eran los idóneos para seguir en el Barça: había empezado a estudiar catalán y consolidado su relación de pareja.
NOTICIAS RELACIONADAS
Sin embargo, su decisión de no incorporarse al equipo para preparar la Champions ha provocado que el club le abra un expediente sancionador.