Thomson desquició a los jugadores del Barça. Dejó jugar demasiado, estuvo mal colocado sobre el césped, no acertó a la hora de pitar muchas faltas y falló en los momentos importantes. El de mayor relevancia, el gol mal concedido al Milan, precedido de unas manos de Zapata.
Pero no fue solo eso. Tras el primer tanto del Milan hay dos jugadas dudosas que habría que tener en cuenta. La primera, una carrera de Pedro hacia el área rival que fue cortada por Constant con una carga excesiva. La jugada empezó fuera del área, pero el canario cayó dentro de la misma. El colegiado no señaló nada.
La segunda, también tuvo como protagonista a Pedro. Un centro lateral no pudo rematarlo el '17' del Barça al ser derribado por Mexès, que saltó encima suyo.
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La actuación del árbitro escocés, por tanto, no fue nada acertada durante los noventa minutos, aunque eso no justifica en ningún caso la derrota del Barça en un mal partido en San Siro.