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Las comparaciones son odiosas, pero pueden sentar un duro precedente. Ronald Araujo sigue meditando si pasar por el quirófano para tratar su avulsión en el tendón del aductor largo de la pierna derecha. La sombra del calvario que vivió Samuel Umtiti sigue muy presente en los servicios médicos del club.
En verano de 2018, en un Franciar-Perú del Mundal de aquel mismo año, Umtiti protagonizó la nota más desagradable del encuentro, chocándose con Jefferson Farfán. El peruano quedó 'groggy' y el francés recibe un rodillazo en el muslo izquierdo que le provoca el típico 'bocadillo'.
La peor parte, sin embargo, se la llevó la rodilla del blaugrana. Desde entonces, el central no pudo volver a sentirse futbolista, dado que su rodilla era más propia de un futbolista retirado que uno en activo. El galo, como fue patente, decidió poner toda la carne en el asador para poder jugar el Mundial de Rusia 2018. Priorizó la selección francesa al Barça y lo pagó caro. Mucho.
Logró tocar el cielo como campeón del mundo, pero nunca pudo volver a poner los pies sobre un terreno de juego como lo hacía antes de la coronación. Es el miedo que recorre los pensamientos del FC Barcelona al vivir de cerca la situación de Ronald Araujo.
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El central uruguayo, quien ha firmado su renovación recientemente -como hiciese Umtiti en su momento- escuchará a todas las partes para tomar la decisión de pasar, o no, por el quirófano. Su sueño, evidentemente, es el de jugar el Mundial con Uruguay, por lo que tendría en mente no pasar por el quirófano. No obstante, tampoco quiere correr el riesgo de forzar la maquinaria y sufrir una recaída con el tratamiento conservador. Otro caso como el de Umtiti no se lo puede permitir el Barça.