Araujo invita a comer a la plantilla

No se trata de ninguna conjura ni de nada similar, sino, simplemente, de una comida de grupo entre los futbolistas y el cuerpo técnico de la primera plantilla del Barça. El instigador de este encuentro ha sido Ronald Araujo, que ha reunido a todos sus compañeros alrededor de una mesa para, si cabe, seguir fortaleciendo los lanzos de un vestuario muy unido.

El uruguayo, que sigue recuperándose de su lesión muscular, no volverá a jugar hasta el mes de enero, por lo que sigue echando mucho de menos el día a día de los entrenamientos y, por supuesto, la competición oficial. Pese a ello, mantiene el ánimo intacto y suya fue la idea de realizar un ágape junto al resto de los futbolistas.

Cambio de planes

La primera idea parecía ser la de juntarse en la Ciutat Esportiva. La razón es simple: los blaugrana están un poco hartos de que cada vez que se reúnen para comer o cenar se monte un espectáculo mediático a su llegada y a su salida. La intimidad de la Joan Gamper les permite sentirse más cómodos, así que esta idea puede repetirse en futuras ocasiones. Sin embargo, la meteorología no invitaba a organizar la comida en las instalaciones culés, así que el ágape se llevó a cabo en la Masia Rosàs, un restaurante de Sant Cugat cuyo nombre no podría ser más apropiado.

El buen rollo que existe en el vestuario es total y la comunión entre los más jóvenes y los más veteranos, pese a la diferencia generacional, es enorme. Se ve sobre el césped cada vez que celebran un gol, pero también a nivel privado. El domingo el Barça recibe al Espanyol tras una semana en la que ha goleado a Bayern y Real Madrid. Los futbolistas no tienen ninguna intención de que acabe la fiesta y esperan seguir pasándoselo muy bien sobre el césped y fuera de él con asados como el que Araujo ha liderado para sus compañeros.

Los futbolistas llegaron al restaurante después del entrenamiento matutino dirigido por Hansi Flick para empezar a preparar el derbi ante el Espanyol del próximo domingo en el Estadi Olímpic Lluís Companys. Uno a uno, los Cupra oficiales que se les entrega a los jugadores cada temporada fueron apareciendo y de sus interiores bajaron Lewandowski, Casadó, Lamine Yamal, Szczesny, De Jong y compañía.

Poco antes de las cinco de la tarde, los blaugrana fueron abandonando la Masia Rosàs tras pasar un buen rato comiendo. El ambiente que se respira en el grupo que lidera Flick no puede ser más positivo después de una semana espectacular a nivel de juego y resultados. La consigna, pese a todo, es claro: aún no se ha hecho nada y no queda más remedio que seguir dándolo absolutamente todo en cada entrenamiento y partido para llegar al final de la temporada peleando por títulos. Ese y ningún otro es el objetivo del Barça, donde la euforia no tiene cabida y donde todos reman en la misma dirección. El derbi ante el Espanyol es solo el siguiente paso, uno más.