Nos cuentan que a Ansu Fati aún le dura el mosqueo con los actuales médicos del Barcelona por aconsejarle a someterse de nuevo a una operación de su rotura del bíceps femoral que sufrió en el partido contra el Athletic Club el 22 de enero.
Ansu tenía pánico a esta nueva intervención, pues ya llevaba cuatro operaciones desde que debutara con el primer equipo y optó por una medida más conservadora, contraria a la opinión de los médicos del Barça. Ansu se fue a Madrid para recuperarse con el fisio de confianza de Pau Gasol desoyendo a los médicos.
Desde entonces, se ha sabido poco de él y ha vuelto más fuerte físicamente y, al parecer, sin molestias físicas en la parte lesionada. Ansu está entrenando como uno más a las órdenes de Xavi Hernández y está deseoso de reaparecer, una decisión que se va retrasando porque nadie quiere correr riesgos y porque Xavi tampoco está presionado, pues tiene a todos los delanteros disponibles a estas alturas de la competición.
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Esta semana hizo su aparición ante los medios de comunicación con la idea de dar normalidad a su vida y a su presencia en el equipo.