La planificación deportiva en el Barça ha ido variando a medida que algunas negociaciones caían. El club blaugrana trabajó con toda la ilusión del mundo para repescar a Leo Messi, pero finalmente no fue posible por un problema de tiempos y de límite salarial.
El primer dibujo que tenía el área deportiva y Xavi Hernández sobre la mesa pasaba por el argentino en un rombo en el centro del campo para jugar por detrás de los delanteros y, en ese sistema, el mediocentro que más encajaba era Sofyan Amrabat, de la Fiorentina, porque el equipo iba a necesitar muchas piernas, sobre todo en competición europea al máximo nivel.
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El Barça mantuvo bien viva la opción de Amrabat hasta entrado el mes de junio, pero su candidatura se desinfló justo cuando el crack argentino firmaba por el Inter de Miami. El marroquí gustaba al cuerpo técnico, pero ahora con la llegada de Gündogan y un centro del campo más equilibrado, Xavi busca un futbolista de toque de balón y trabajo por delante de la defensa. Y eso a un precio bajo que permita realizar la operación a pesar de los problemas económicos que tiene el club blaugrana a causa del límite salarial.