Alta presión para el Barça Atlètic

Por extraño que parezca, solo habrá un derbi catalán esta temporada en Primera RFEF. Barça Atlètic y Nàstic de Tarragona son los únicos representantes en la categoría de bronce y mientras los grana luchan por entrar en puestos de play-off (son sextos con los mismos puntos que el quinto, el Barakaldo), los azulgranas están en puestos de descenso y encadenan 8 partidos consecutivos sin ganar. El domingo, a las 19.30 horas en el Estadi Johan Cruyff, se verán las caras.

Es cierto que de los 8 encuentros seguidos del filial azulgrana sin conocer la victoria, 7 han sido empates en una increíble racha y el único KO llegó en el último partido, tras una fatídica recta final en Amorebieta (2-1). Pero 7 puntos de 24 posibles son una cifra baja que, lógicamente, inquieta.

Las plaga de lesiones, los compromisos con el primer equipo o las selecciones o la extrema juventud del equipo no son excusas, sino argumentos que pueden explicar la situación, pero tanto en el vestuario como en el club son conscientes de que la victoria no puede esperar más, porque precisamente como consecuencia de la inexperiencia, a más partidos sin ganar, más sensación de agobio.

Hace tres temporadas se salió de una racha similar

No es la primera vez en los últimos años que el Barça Atlètic encadena una racha de este estilo. La temporada 2021/2022 también pasó, entonces el equipo entrenado por García Pimienta, por un mal momento de 8 partidos sin vencer (en ese caso, 5 empates y 3 derrotas de la Jornada 17 a la 24). El filial azulgrana logró reconducir la situación en una temporada que acabó noveno.

Pero si este domingo no se logra la victoria, ya sería la peor racha 'en solitario' desde la temporada 2017/2018, cuando el entonces Barça B militaba en Segunda División A y estuvo 12 encuentros consecutivos sin ganar, de la jornada 27 a la 39, con 4 empates y 8 derrotas que llegaron seguidas. El cambio de entrenador, 'Pimi' sustituyó a Gerard López, no impidió el descenso de categoría.

Poco a poco, el Barça Atlètic va recuperando efectivos (los últimos han sido Aleix Garrido, Dacosta y Víctor Barberá), han llegado nuevos jugadores (Oduro y Aziz) y estos dias van regresando los internacionales. Todo ello debe darle un nuevo empuje al equipo de Albert Sánchez, al que es difícil evaluar por todos los inconvenientes que ha tenido que 'capear'. El problema es que el margen se estrecha y el Nàstic es un 'invitado' peligroso.