Adriano Correia, ex jugador azulgrana, irá a juicio tras ser acusado de dos delitos contra la Hacienda Pública. Según ha recogido Europa Press, el brasileño habría defraudado 646.086 euros al ocultar sus ingresos derivados de la cesión de sus derechos de imagen en 2011 y 2012.
El futbolista, que ha sido citado por la Audiencia de Barcelona el martes 9 de abril, se sentará con una petición de condena por parte de la Fiscalía, órgano judicial que denunció a Adriano en 2016 y que pide 3 años de cárcel y una multa de 1,1 millones de euros, además de el deber de indemnizar a Hacienda con la cantidad que ha defraudado.
El brasileño llegó a España en 2005 para incorporarse al Sevilla. Entonces, el jugador pudo acogerse al régimen especial para trabajadores desplazados al territorio español, que les permite tributar como no residentes el año de llegada y cinco más. En 2010 fichó por el Barça y formó parte de la plantilla hasta 2016, cuando se fue al Besiktas turco.
En 2011 acababa el plazo como no residente y estaba obligado a tributar como residente en España. No obstante, los ingresos derivados de la cesión de sus derechos de imagen de 2011 y 2012 no los pagó, años en los que jugó con el equipo azulgrana.
El fiscal acusa a Adriano de ocultar sus ingresos derivados de un contrato suscrito con una marca deportiva el 1 de agosto de 2007 y de simular la cesión de sus derechos de imagen "a una sociedad puramente instrumental: Chacun à sa place Comercio Internacional e Serviços".
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Según cita en el escrito, el ex azulgrana "se sirvió del ventajoso régimen fiscal de dicho territorio portugués para percibir las rentas derivadas de la cesión de la explotación de sus derechos de imagen al FC Barcelona". Por otra parte, el internacional habría efectuado ingresos a la Agencia Tributaria para saldar "en su totalidad con la Hacienda Pública la deuda que existía". De este modo, piden que se aplique la atenuante de reparación del daño.