La reunión de urgencia de la Comisión Delegada del Barça para tratar el 'Barçagate', el asunto del uso de las redes por parte del club para difamar, acabó en las instalaciones del club sin decisiones inminentes.
La Delegada, formada por los vicepresidentes Jordi Cardoner, Jordi Moix, Enric Tomas y Emili Rousaud, además del CEO del club, Óscar Grau y la secretaria de la Junta, Maria Teixidor, se reunió para analizar los motivos y las consecuencias del caso destapado por la Cadena SER.
Fue una reunión analítica para conocer los motivos de la crisis: Bartomeu escuchó a todas las partes y los ejecutivos ofrecieron las explicaciones pertinentes, pero por el momento no se prevén medidas drásticas.
Bartomeu quiere tomarse su tiempo para contextualizar la crisis, analizar la situación y una vez reunida toda la información, tomar medidas: fuentes del club aseguran que al presidente no le temblará el pulso a la hora de tomar decisiones y de exigir responsabilidades.
Una de las prioridades del presidente es no tomar decisiones en caliente, sino esperar a reunir todos los datos posibles.
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El 'Barçagate' volverá a estar encima de la mesa en la reunión de la junta directiva prevista para el próximo viernes.