Las últimas horas del último día del mercado fueron más tensas de lo que parece.
Abde estuvo recluido en un hotel durante todo el día, deshojando la margarita de su destino. Tenía claro que quería salir y quería jugar, tenía varias ofertas sobre la mesa.
Osasuna guardaba muy buen recuerdo del internacional marroquí y apostó fuerte por él. Pagaba al Barcelona algo más que el Betis, que estaba al límite en el Fair play y que tuvo que recurrir al aval personal de presidente y un vicepresidente para poder fichar a Abde. Su ficha está en torno a los tres millones y medio por temporada.
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También descartó ofertas de Inglaterra porque se veía muy joven para dar el salto a la Premier. Abde tiene las ideas muy claras.