20 años sin Manuel Vázquez Montalbán, el escritor que mejor retrató al Barça

Por uno de esos requiebros curiosos del destino, el intelectual que mejor descifró al Barça nunca vio jugar al mejor jugador de la historia del club. Apenas un mes separó la muerte de Manuel Vázquez Montalbán, el 18 de octubre de 2003 en Bangkok, y el estreno de Leo Messi en el primer equipo, el 16 de noviembre del mismo año, en Oporto. 

Se cumplen 20 años del fallecimiento del prolífico escritor barcelonés: Vázquez Montalbán no fue solo novelista y ensayista, padre de Pepe Carvalho -el detective escéptico, corrosivo y ‘quemalibros’ que representó como nadie la Barcelona preolímpica-, también fue el escritor que más certeramente descifró la idiosincrasia de un club único en el mundo.

El Barça, con sus aristas y matices, nunca fue fácil de interpretar. Y Manuel Vázquez Montalbán, MVM, lo hizo como nadie.

Y lo hizo muy pronto: desde 1969, concretamente. Acababa de iniciar su carrera periodística (venía de pasar unos meses en prisión por su apoyo a los mineros asturianos) cuando el 25 de octubre de ese año publicó en la revista 'Triunfo' un reportaje titulado 'Barça! Barça! Barça!' que pasaría a la historia como retrato sentimental e identitario de la afición azulgrana y del propio club.

Sufrir en solitario

"Mi padre era un sufridor nato. Le costaba mostrar sus sentimientos y sufría por dentro", recuerda Daniel Vázquez Sallés, periodista y escritor, hijo de MVM.

"Le gustaba mucho ver el Barça en solitario, lo recuerdo muchas veces en casa, con un chándal del Barça que se había comprado y paseando por casa con la radio puesta. Una vez le dio un infarto silente viendo un partido, y unos meses después tuvieron que operarlo del corazón". 

Vázquez Montalbán se hizo barcelonista en su barrio, el Raval, como Serrat forjó su fe culé en el Poble Sec. "Los dos somos de barrio y nos hicimos del Barça porque en las tiendas del país de nuestra infancia aparecían carteles en los que Samitier regateaba a un jugador, cualquiera, del Espanyol", escribió a mediados de los noventa; "en un barrio que ahora se llama Raval y que entonces se llamaba chino o distrito V en el que cantábamos, en riguroso charnego:

'Si a tu ventana llega una paloma

Trátala con cariño que es del Barcelona

Si a tu ventana llega un mussol

Fot-li cop d’estaca que es del Espanyol'.

Vázquez Montalbán trasladaría su pasión azulgrana del Raval a Les Corts. "En 1964 nos instalamos en un piso de la calle Maria Barrientos, muy cerca del campo", cuenta Vázquez Sallés.

"De niño, oía los goles desde mi habitación. Mi padre se iba al fútbol con su grupo de amigos. Los partidos solían ser los domingos a las cinco de la tarde, y después del partido volvían a casa a hacer tertulia. Yo intentaba integrarme en la vida de los adultos a través de aquellas tertulias". 

En realidad, fue su esposa, Anna Sallés (la madre de Daniel), quien introdujo a Vázquez Montalbán en la liturgia de ir al estadio el Barça. "Mi madre es la culé más antigua de la familia", desvela Vázquez Sallés, "ya iba al campo con el carné de su padre, mi abuelo, socio desde 1948".

"Mi padre empezó a ir al campo con mi madre. Lo curioso es que años más tarde, cuando tuvo su propio carnet de socio, se buscó una localidad bastante alejada para poder ver los partidos a su bola. Y siempre escuchando la radio, eso sí".  

Un pionero

Vázquez Montalbán supo convertir su barcelonismo en material periodístico y literario. No era algo frecuente en aquellos años. Más bien al contrario. El fútbol era algo demasiado popular, despreciado por los intelectuales; el opio del pueblo.

"Es una de sus grandes contribuciones", apunta Sergi Pàmies, escritor, periodista y traductor, y autor de ‘Confesiones de un culé defectuoso’.

"En un contexto en el que el fútbol estaba criminalizado por los sectores más casposos de la izquierda, él normalizó su pasión a través del análisis y sobre todo, de una conexión sentimental con esta realidad como una parte reivindicable de la memoria popular. Por cierto, hizo lo mismo con la gastronomía, que se entendía como una exquisitez de la burguesía", defiende Pàmies.

"Fue de los primeros que entendió el fútbol como material literario", insiste su hijo Daniel.

"El ejército desarmado de Cataluña"

De la máquina de escribir de MVM salieron expresiones que cuajaron en el imaginario popular, como la de identificar al Barça con "el ejército desarmado de Cataluña". También dejó escrito que "el Barça es la única institución legal que une al hombre de la calle con la Cataluña que pudo haber sido y no fue". 

En su reportaje de la revista 'Triunfo' también subrayó el talante integrador del Barça. "Al igual que el pan con tomate, el club servía para que los inmigrantes murcianos, gallegos, aragoneses o andaluces se sintieran integrados en su nuevo país". 

"En los ojales de muchas de estas personas que avanzan hacia el estadio hay un escudo con cuatro barras rojas sobre un fondo amarillo. ¿A que esto no lo han visto en otros campos de España?", escribió en dicho reportaje, que vio la luz en octubre de 1969.

El buen paladar futbolístico de MVM

Gourmet en lo gastronómico, MVM también tuvo un gran paladar futbolístico. "Él estaba enamorado del juego de Luis Suárez, y le molestó mucho que se tuviera que ir del Barça por esa bipolaridad que a veces tiene el público culé; en ese caso porque lo enfrentaron a Kubala. Luego vinieron años muy duros. Somos un club especialista en autodestruirse. Mi padre culpaba mucho a la mentalidad de la gente culé de los males del club", puntualiza Vázquez Sallés. 

"También le gustaba mucho Iván de la Peña: tenía la sensación de que traer a futbolistas de fuera cuando empezó la Ley Bosman podía cerrar el paso a gente de la casa que prometía mucho. Le gustaban los futbolistas distintos; ese tipo de jugador un poco frágil pero lleno de talento, procedente de un sitio humilde, de barrio, peloteros de calle. Por eso creo que le hubiera gustado mucho Iniesta, por ejemplo", dice su hijo Daniel. 

¿Y qué hubiera escrito de Messi?

Por todo ello resulta inevitable preguntarse cómo hubiera vivido Vázquez Montalbán los cuatro años gloriosos de Guardiola como entrenador y toda la ‘era Messi’. "Esa época le hubiera fascinado", admite Pàmies, "seguramente la habría vivido mucho a través de sus nietos, y eso que en su legado hay mucho de dignificación y explicación de los resortes de la derrota, el victimismo y la melancolía. Y eso algo que a veces conviene recuperar como analgésico contra posibles accidentes". 

"Más vale antagonista conocido"

Consciente de que escribir sobre el Barça implica necesariamente hacerlo también del Madrid, Vázquez Montalbán se refirió con frecuencia al equipo blanco. "Desde mi más tierna infancia, en el supuesto de que alguna vez haya tenido una infancia tierna, he asumido la sospecha de que más vale antagonista conocido que antagonista por conocer", dijo. "Los barcelonistas necesitamos un Real Madrid fuerte para sentirnos seguros de nuestras victorias y derrotas".

El suyo fue un antimadridismo ilustrado, por llamarlo de alguna forma. Nunca ocultó MVM su admiración por jugadores como Pirri, Amancio, Velázquez o Butragueño. También por otros mucho más sanguíneos, como Hugo Sánchez, o Juanito, "el jugador de averiada cibernética", como lo bautizó en uno de sus artículos.

"Manolo, cuando te mueras no sabrás cómo ha acabado la Liga"

"Muchas veces lo pienso: Manolo, cuando te mueras no sabrás cómo ha acabado la Liga, ni si el Barça sigue siendo más que un club, ni si… En fin, no quiero ni pensarlo", escribió en uno de sus artículos. 

Nunca pudo disfrutar del mejor Barça de la historia, pero es interesante comprobar, 20 años después de su muerte, la enorme vigencia de sus escritos. "El legado de MVM son palabras mayores", defiende Pàmies, "y trasciende cualquier intento de asumir su herencia, hasta el punto de que cualquier cosa que pasa en el club, siempre la encuentras en sus artículos, en forma de vestigio y de esbozo de reflexión y análisis".  

Recogidos precisamente por su hijo Daniel en un libro recopilatorio ('Fútbol. Una religión en busca de un Dios', Debate, 2005), sus textos siguen al alcance de cualquier lector interesado. 

20 años después de su fallecimiento, Vázquez Montalbán sigue sorprendiendo, al punto de que la editorial Navona publica este lunes una novela inédita del escritor, titulada 'Los papeles de Admunsen'.