El Barça jugó un partido ante el Ibiza en el que sufrió muchísimo. Los blaugrana no se sintieron nunca cómodos ante un rival muy bien ordenado en defensa y con las ideas muy claras. El dibujo presentado por Setién no surtió efecto y chocó contra una defensa granítica.
El único gol de la primera mitad llegó tras una internada por la banda derecha del Barça que remató Javi Pérez a puerta tras tocar el balón en Junior Firpo. Nada pudo hacer Neto para evitarlo. Grima pudo marcar el segundo, pero su disparo a bocajarro lo envió a córner Neto.
En la segunda mejoró algo el Barça, en parte por el bajón físico de su rival, pero también por las amarillas vistas por el Ibiza a causa de su excesiva dureza en todas sus acciones. Griezmann aprovechó una asistencia de De Jong para empatar.
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Estas son las notas de los futbolistas del Barça ante el Ibiza:
Norberto Murara 'Neto', portero
Vendido
Nada pudo hacer ante la primera llegada del Ibiza, que acabó en gol. Javi Pérez aprovechó la candidez de Riqui Puig para adelantar a su equipo. El balón tocó antes en Junior. Evitó el segundo de Grima a bocajarro. Casi deja el campo al caer mal en el salto con un rival.
Semedo, defensa
Volátil
No entró en juego, no se le vio. Situado en el extremo derecho, superaron su banda en el gol del Ibiza y, en ataque, no hizo nada.
Clement Lenglet, defensa
Arrollado
Ejerció de último hombre y sufrió cuando el Ibiza atacaba. Le empujaron en un segundo gol del Ibiza anulado correctamente. Fue el primer hombre sacando el balón.
Junior Firpo, defensa
Aciago
El gol del Ibiza llegó tras rebotar el disparo de Javi Pérez en él. Mala suerte para el lateral, que, en general, estuvo bien cerrando en defensa, aunque una pérdida suya casi cuesta el segundo. Aportó poco.
Sergi Roberto, defensa
Ineficaz
Su orden táctico le convierte en un futbolista ideal para las labores que requiere Setién en su posición defensiva. Ese es el plan, pero la realidad en Ibiza fue otra.
Ivan Rakitic, centrocampista
Plano
Aportó poco en el bosque de piernas en el que convirtió el terreno de juego el Ibiza. Le faltó presencia y empuje para salir del embrollo. Lo intentó algo más en el segundo tiempo, pero con el mismo resultado.
Frenkie de Jong, centrocampista
Ordenado
Fue quien más contactó con el balón junto a Riqui Puig. Pero no había demasiadas vías hacia adelante. El orden del Ibiza impidió que se sintiera cómodo. Aún así, mostró orden y constancia. Sin excesos, pero sin pausa. Hasta que encontró a Griezmann en el empate.
Riqui Puig, centrocampista
Hurtado
No hizo un mal primer tiempo. La pidió siempre, fue el más vertical en el pase y se hartó de correr buscando soluciones, pero salió en la foto del gol, cuando Javi Pérez le robó la cartera para marcar.
Carles Pérez, delantero
Involucrado
Centró su posición y se alejó de la banda, ofreciéndosela en exclusiva a Semedo. No acabó de sentirse cómodo, pero nunca se rindió, apoyando a sus compañeros e insistiendo siempre. Eso sí, no le salió una.
Ansu Fati, delantero
Acosado
De lo más destacado en ataque. Más por intenciones que por hechos reales, eso sí. Cada vez que le llegaba el balón tenía pegados a tres hombres del Ibiza. Pese a ello, no dejó de intentar desbordar durante todo el partido. Entró Alba y se fue a la banda derecha. Le hicieron un penalti clarísimo. Le dieron palos por todos lados. Y no se arrugó.
Antoine Griezmann, delantero
Encontrado
Jugó por detrás de la delantera, ejerciendo de Messi. Pero pareció no existir. No tanto por culpa de sus compañeros, sino por el entramado defensivo de los locales. Hasta que De Jong le encontró para que marcar el empate. Y hasta que le vio Alba para el segundo.
Jordi Alba, defensa
Oportuno
Salió a falta de media hora para abrir más el campo. Funcionó porque el Barça empezó a jugar mejor y acabó empatando. Además, dio la asistencia del segundo a Griezmann.
Arthur Melo, centrocampista
Constante
Pidió el balón e intentó quedárselo en propiedad, dar sentido al juego del Barça. Setién apostó por redoblar la apuesta.
Arturo Vidal, centrocampista
Físico
Jugó los últimos diez minutos para refrescar el centro del campo culé y sacrificarse, como siempre, en todo tipo de labores.