El 1x1 del Barcelona ante el Levante

Mantuvo al Barça a flote deteniendo el segundo penalti a favor del Levante lanzado por Roger. Morales lo había engañado en el primero, pero el alemán se había lucido ante el propio 'Comandante' tocando lo justo la pelota evitando que el gol llegara antes.

Su partido fue muy accidentado. Desde la pérdida en el primer minuto que casi cuesta un gol, una torcedura en el tobillo que le condicionó mucho y el árbitro le pitó penalti más que riguroso por solo poner el brazo delante de Son.

Sufrió ante las constantes oleadas levantinistas. La rapidez de sus puntas lo puso en apuros, si bien compensó con su esfuerzo y coraje. Realizó un corte vital en el primer tiempo evitando un remate de gol.

En la pimera mitad fue el único jugador del Barça que estuvo a la altura de intensidad del Levnate. Evitó un gol sobre la línea y en la segunda tuvo la mala suerte de que el balón le diera en el brazo en el segundo penalti, que detuvo Ter Stegen.

Juega todos los partidos y todos los minutos. Así es imposible que pueda aportar profundidad, defender y estar siempre al máximo nivel. Eso sí, empujó del equipo con su liderazgo y centró el balón de la victoria.

Es la llave del Barça y Lisci le puso una marca constante para que no pudiera dar fluidez al juego. Pese a ello, trató de organizar y, especialmente, dar serenidad al equipo para que no se rompiera en los peores minutos.

Solo había jugado seis minutos en el último mes y esto se notó mucho en su regreso a la titularidad. No encontró su espacio ni tuvo el ritmo suficiente para que el centro del campo blaugrana pudiera carburar mejor.

Debí dar un paso adelante ante el descanso de Pedri y nunca cogió el timón del equipo. Ni ayudó en la creación ni tuvo apariciones en el área. Fue sustituido ante la falta de fútbol que estaba ofreciendo.

Es pura improvisación. Parecía que el partido no iba con él, pero se sacó dos centros de oro. Ferran cabeceó el primero sin fortuna y el segundo fue enviado a la red por Aubameyang.

No se le estaba viendo, pero tiene el gol en la sangre y la primera que tuvo, la enchufó al fondo de la red. Se impulsó con un gran salto para martillear de cabeza el balón puesto por Dembélé.

Tiene una mentalidad a prueba de bombas. Su fe permitió que el Barça tuviera los primeros remates, uno de ellos dirigido a la escuadra que Cárdenas sacó con un paradón. Su movilidad es fundamental.

Nada más salir su presencia tuvo enorme peso. Definió con un perfecto tiro cruzado desde el borde del área para poner el 1-2.

Entró al campo con una energía extraordinaria. Recuperó la pelota del segundo gol y tuvo el tercer tanto en sus botas ante Cárdenas.

No lo pudo hacer peor. Nada más entrar en el campo cometió el único penalti claro de los tres derribando a Dani Gómez.

Su cabeza es una joya. Jordi Alba puso el balón y Luuk remató con la testa al fondo de la red.

Sumó un plus de fuerza cuando el Levante había igualado el partido y animó al resto para ir hacia adelante.