El 1x1 del Barça - Villarreal

El gol del Villarreal le pilló con el pie cambiado: dio la sensación de que pudo hacer algo más en el chut de Cazorla desde media distancia, pero estuvo acertado y atento en el resto de sus intervenciones. El gol encajado no le minó la moral. 

No cometió errores de consideración pero tampoco se prodigó demasiado en ataque. Se centró en frenar las embestidas del rival. Mejoró con respecto a partidos anteriores pero el equipo necesita una versión más fina del portugués. 

Intentó adelantar las líneas del equipo para no recular ante la presión del Villarreal, sobre todo en la segunda parte. Seguro en el cuerpo a cuerpo y atrevido en ataque: incluso se atrevió con una falta directa que estuvo a punto de complicarle la vida a Asenjo. 

Bien en las coberturas a sus compañeros, correcto en la presión y en la salida de balón. Consolidado en el eje de la defensa. Quizá le faltó contundencia para tirar del equipo hacia adelante en algunos momentos de la segunda mitad. 

Recuperado anímicamente de su pésimo partido en Granada, jugó con confianza y seguridad. Comenzó muy activo en ataque, llegando incluso a línea de fondo y mezclando bien con Griezmann, y salió indemne de su batalla personal con Chukuweze. 

Intentó aportar equiibrio al equipo, aunque sufrió en su duelo con Iborra. En la segunda parte, le costó acoplarse a un partido que por momentos amenazaba con desbordarse. 

Obligado a cubrir mucho campo para hacer las coberturas de Messi, pareció diluirse ante la presión del Villarreal en la medular. Le faltó presencia y continuidad con el balón pese a que su esfuerzo es irreprochable. 

Importante paso adelante del brasileño: no solo por el golazo que marcó, con un potente disparo desde media distancia, sino porque mantuvo el tono durante todo el partido. Llevó la batuta del ataque y apenas tuvo altibajos. 

Su regreso a la titularidad dio oxígeno al equipo en el arranque del partido, pero el argentino tuvo poco tiempo para tirar del carro. Sacó el córner que abrió el marcador (gol de Griezmann) y ofreció buenas sensaciones pero en el ecuador de la primera parte sufrió un problema muscular que condicionó incluso el estado de ánimo del equipo. Fue sustituido al descanso.

Abrió el marcador a los cinco minutos con un buen remate de cabeza al primer palo en un córner botado por Messi. El gol le dio ánimos para firmar una primera parte muy activa, de mucho trabajo. En la segunda tuvo menos protagonismo pero no le perdió la cara al partido.

Gris partido del uruguayo, que apenas remató. Se desgastó en la pelea con los centrales y en la presión, pero aportó poco en ataque. Combinó poco con sus compañeros y le faltó protagonismo en el área rival. Le puso actitud pero le faltó acierto y precisión. Valverde le retiró del campo en el minuto 77 y el Camp Nou le despidió con división de opiniones. 

Su entrada en el partido (sustituyó a Messi en el descanso) fue fulgurante. Activo y vertical, le dio otra marcha al ataque del Barça en el arranque de la segunda parte. Tuvo desborde y presencia, aunque sus compañeros parecieron no entender sus movimientos. Le faltó continuidad y contundencia a la hora de acabar las jugadas. 

Su aportación es imprescindible en este Barça. Aporta serenidad, intensidad, circulación de balón y ritmo. Junto a Ansu Fati, es la mejor noticia del equipo en el arranque de temporada. Sus ganas de triunfar le convierten en imprescindible.

El Camp Nou ya le trata como a un ídolo: entró al campo a falta de un cuarto de hora para intentar impulsar el ataque del equipo. Apenas necesitó unos segundos en el campo para poner en apuros al rival. Valiente, fresco y elegante.  Pide el balón y juega con el descaro de un treintañero. Cuando tiene el balón siempre ocurre algo. Es la alegría de este Barça.