El 1x1 del Barça contra el Mallorca

No hay manera de que el alemán logre mantener la portería a cero en el Camp Nou. Apenas tuvo que intervenir, pero le dejaron vendido en dos ocasiones y a la segunda, tuvo que recoger el balón de la red.

Alves jugó un partido correcto, más sereno en las revoluciones y muy pendiente de no cometer errores. Aunque se proyectó en el interior y se fue al ataque, no arriesgó.

Casi celebra la renovación con gol, de hecho lo marcó, pero estaba un poco adelantado. No pudo firmar una actuación inmaculada por el error en el gol del Mallorca. Fue el primero en pedir perdón.

En la primera acción exigente, ya se puso la mano en la ingle. Su experiencia y colocación le permitió seguir y hasta con acciones de mérito hasta el 1-0, cuando habló con Xavi y fue sustituido por Eric. Una decisión lógica.

Recuperó su posición adelantada en las acciones ofensivas, más pegado al carril que en las últimas ocasiones, y el resultado fue un pase milimétrico a Memphis para abrir la lata. En defensa sufrió sobre todo por las incorporaciones de Maffeo.

El capitán no solo se hartó de recuperar balones y dar continuidad a las jugadas, sino que fue decisivo con el gol de la tranquilidad en una gran acción individual, culminada, para más inri, con la pierna izquierda. Debería sacar todavía más provecho de su disparo.

Optó por no complicarse demasiado la vida y dedicarse más a la construcción de las jugadas que a la llegada. Dio un par de pases largos interesantes y también probó el disparo. Buen partido del holandés.

Correcto en todo momento, le enseñaron una nueva amarilla en una acción con Maffeo. Gavi nunca se reprime y va con todo. El precio a pagar, porque para los árbitros es más fácil que con un veterano, vale la pena.

Tras un primer tiempo muy discreto, sin apenas contacto con el balón, despertó en la reanudación, hizo un par de buenas jugadas aunque no se quitó de encima la mala suerte con el gol. Cuando por fin consiguió enviar el balón a la red y respiró aliviado, vio cómo fue anulado.

Suya fue la primera ocasión, un cabezazo que hizo lucir a Sergio Rico. Se movió continuamente por la zona de ataque y fue un quebradero de cabeza para los defensas rivales.

Por fin se reencontró con el gol de jugada Memphis. Estaba teniendo problemas para desbordar desde el carril zurdo hasta que conectó con Alba y fusiló a Diego Rico. El gol de le dio vida y se le vio a partir de ese momento más conectado.

Tuvo que salir prácticamente en frío por la lesión de Piqué y se enganchó rápido al partido. Eso sí, un resbalón suyo al límite del descanso puso en apuros a Ter Stegen. Después, tranquilidad absoluta por su zona.

La ovación que se llevó cuando saltó al césped fue la muestra de lo celebrado que fue su regreso. Aunque tuvo poca participación, Ansu está de vuelta y esta es la mejor de las noticias.

Se notó que no estaba en condiciones físicas para jugar por la amigdalitis y apenas tocó el balón.

Entró para asegurar en defensa y rascar unos segundos al reloj.