El 1x1 del Barça - Leganés

Sin demasiado trabajo en la primera parte, estuvo atento en las salidas del área para neutralizar las contras del Leganés. En la segunda, cuando el rival se vino arriba, sufrió más de la cuenta. Apenas pudo hacer nada en el gol de El Zhar. 

El portugués comenzó explosivo, rápido en sus progresiones de ataque y en las ayudas defensivas. Se corrigió sin problemas en las coberturas y combinó bien con Dembélé a la hora de atacar. Su enorme capacidad física le permite desplegarse con exuberancia, pero aún tiene lagunas tácticas. 

Pulcro en la salida de balón y sobre todo, atento y preciso en el corte y en las ayudas a sus compañeros de la defensa. También se atrevió en ataque: aprovechó la tranquilidad del partido para intentar marcar, aunque le faltó suerte en el remate. 

En su regreso al equipo, el belga no desentonó. Sin problemas en el uno contra uno y correcto en la salida de balón, aunque le faltó un punto de ritmo y de experiencia para frenar los ataques del Leganés en la segunda parte. 

Ocupó el lateral izquierdo, posición inédita para el de Reus con Valverde como técnico. No tuvo problemas para cumplir sus obligaciones defensivas y se desplegó bien en ataque. Entiende tan bien el juego del Barça que juega bien en cualquier posición del campo.

Ejerció como sustituto de Busquets en el pivote defensivo. Cubrió mucho campo con un despliegue físico impresionante. Extraordinario en las labores defensivas, también contribuyó a la creación de juego. Incansable en la recuperación. 

Su trabajo defensivo es indiscutible, pero se echa de menos una mayor aportación ofensiva por parte del portugués. Apenas se acercó al área rival y contribuyó lo justo a la creación de juego. Tan cumplidor en defensa como tímido en ataque. 

Apareció con cuentagotas, tejiendo juego entre líneas y suministrando balones a sus compañeros, como en el segundo gol de Messi. Sigue creciendo poco a poco al amparo de los cracks. Busca el gol con frecuencia, sobre todo desde la media distancia.

Aunque fue de más a menos, estuvo activo y participativo, como si se hubiese sacudido los complejos de sus primeros partidos. Jugó una primera parte muy meritoria, apareciendo con frecuencia, siempre con peligro, explotando su velocidad y su verticalidad. En la segunda parte apareció menos, pero cuando lo hizo, su presencia fue sinónimo de peligro para el Leganés. 

El partido no se abrió hasta que lo decidió Messi: primero, con un gol de falta, luego rematando a gol ante Cuéllar. Protagonista indiscutible del ataque desde la media punta, acaparó todo el juego ofensivo. Participativo y fluido como en sus mejores días y además, decisivo de cara a gol. Cuando el resultado peligraba, apareció para tranquilizar las cosas con el tercer gol. 

No tuvo su mejor día el delantero uruguayo: combativo y peleón como siempre, buscó la espalda de los centrales y se trabajó el gol, pero no estuvo acertado en el remate. Sus compañeros le buscaron, pero no acertó a embocar, a pesar de su innegable capacidad de sacrificio. 

Entró acelerado al partido, consciente de que el Leganés apuraría hasta el final sus opciones. No tuvo oportunidad de aportar demasiado en ataque. 

El capitán salió en la segunda parte para asegurar el resultado y tranquilizar a sus compañeros. Ayudó a mantener la posesión y a guardar el balón, excelente antídoto ante un Leganés que empezaba a crecerse.

No tuvo tiempo para intervenir en el partido, apenas unos minutos cuando el Barça ya había firmado el tercer gol.