El 1x1 del Barça-Huesca

No pudo mantener su puerta a cero porque le señalaron un penalti inexistente y Rafa Mir le engañó en el lanzamiento. Pero volvió a realiza paradas de mérito, como ante el propio Rafa Mir y Maffeo.

Marcó un gol que nunca olvidará y lo hizo con un cabezazo inapelable, saltando por encima de todos. Bien ordenado en defensa, excepto alguna desconexión puntual.

Chico para todo, el holandés repitió en el eje y se sintió cómodo tanto en misiones defensivas como iniciando las jugadas de ataque. Le dio tiempo a subir y solo el travesaño impidió que marcara un gol. El primer sustituido por unas molestias.

El francés fue práctico y no cometió ningún error de bulto, lo que ya es mucho decir con los precedentes que acumulaba y pudo ganar en confianza, tanto en línea de tres como de cuatro.

Mantuvo el buen ritmo de los últimos partidos en una posición adelantada que le va, y mucho. Rápido por el carril diestro, se siente importante en el equipo, aunque le falta continuidad, fue de más a menos y acabó sustituido.

Sin duda, el de Badia se ve muy beneficiado por el nuevo sistema, que le protege con De Jong por detrás y le permite desplegarse con más soltura, vigilar las contras rivales y tener mucho contacto con el balón. Mejoró en la velocidad de circulación tras el descanso.

El nuevo internacional no es tan protagonista en este sistema que en el 4-3-3, pero sigue dejando detalles de gran calidad, buscando el último pase y siempre el beneficio de sus compañeros. Se desfondó en el centro del campo, lo que le restó algo de su habitual brillantez en ataque.

La llamada de la selección le ha alegrado más la vida si cabe, un reconocimiento que necesitaba el azulgrana, sin problemas en defensa y que se gustó en un par de acciones de calidad. Casi marca, otra vez, un golazo. Lo impidieron el travesaño y el poste en la misma acción. Dio el susto en una caída, pero el hombro le respondió.

Nada mejor que celebrar su histórica marca de 767 partidos con el Barça que con el golazo que se sacó de la chistera para abrir la lata. El argentino está disfrutando, se le nota, hasta lo probó con la derecha, en todo momento buscó el balón y acabó cerrando la goleada en una excepcional acción individual. El mejor del mundo es leyenda.

Su golazo vale por todo su partido. La agarró con la zurda en carrera y marcó por toda la escuadra. Le tiene que dar una mayor confianza para probarlo con más asiduidad. Un partido más, ayudó mucho al equipo. La diferencia es que esta vez, además, marcó.

No gozó el francés de las múltiples oportunidades del partido contra el PSG, al tener que jugar el equipo en más estático. Estuvo marcado en todo momento por dos centrales y su producción fue escasa, aunque mejoró en actividad con el paso de los minutos.

La mejor noticia fue su vuelta a los terrenos de juego. Un central muy importante para Ronald Koeman que en los minutos que tuvo dio muestras de seguridad.

Empezó con mucha movilidad, pero acabó con poca aportación y un despiste suyo en la salida del balón casi cuesta un gol.

Salió para compactar el centro del campo y cumplió a la perfección. No tuvo la incidencia en ataque de otros días, pero gozó de minutos para seguir creciendo.

Con el poco tiempo que dispuso, se puso rápido manos a la obra y buscó rápidas y verticales acciones.

Muy poca participación del danés, sin tiempo para demostrar. Se ubicó en la izquierda.