El 1x1 del Barça en Granada

El paradón de Linares tuvo continuidad con una gran mano a Darwin Machís en la primera exigente del Granada que le dio confianza para un par o tres de buenas paradas más. Eso sí, no pudo evitar encajar un gol que le hizo recuperar el nerviosimo.

En su regreso a un partido de Liga con el Barça evidenció que está capacitado para jugar al más alto nivel porque tiene una gran inteligencia táctica. Y el físico, que le responde de forma espectacular, le permite irse por la banda como si no pasaran los años. Gran asistencia para Luuk en el 0-1 y acciones defensivas también de mérito.

Mantuvo la línea defensiva, aunque Eric le tuvo que corregir en alguna ocasión. Inició la jugada del gol que abrió el marcador con una gran excursión. En defensa combinó aciertos con errores.

Estaba haciendo un partido muy interesante, atento a todo y corrector, hasta que se lesionó. Una verdadera mala suerte, ahora que el de Martorell había encontrado la regularidad y se estaba asentando en el once titular.

Más ocupado en labores defensivas ante el peligroso Puertas, al que trató de atar en corto. Xavi le pide que se vaya un poco más para dentro y ya es más difícil ver sus habituales subidas. El equipo las echa en falta.

El Granada probó de axfisiar en el centro del campo y Busquets se tuvo que multiplicar. El ritmo que impuso fue más lento al de anteriores partidos, faltó una marcha más.

Aunque cuando se suelta ofrece muchas más posibilidades, Nico hizo un gran trabajo y asumió responsabilidades también en la creación. Un multiusos que le da mucho juego a Xavi.

Le puso la intensidad habitual ya desde el primer minuto pese a la inactividad. Dosificó bien los esfuerzos pero a falta de diez minutos, su excompañero Collado se le adelantó en una acción y vio la segunda amarilla.

Empezó encontrando espacios, y los compañeros le buscaron, pero se fue diluyendo y apagando en su participación. Misma historia en la segunda mitad. Protagonista en los primeros ataques hasta desaparecer. No es suficiente.

Le salgan mejor o peor las cosas, el delantero osonense siempre lo intenta y siempre tiene alguna, gracias a sus buenos movimientos sobre el césped. Esta vez no tuvo tanta puntería.

Con la Espada de Damocles de una salida acechando, no solo no se siente presionado sino que se muestra hasta liberado. Protagonista absoluto. Gol anulado, volea inverosímil, penalti reclamado... Y al final, en el 57', esta vez sí, fantástico cabezazo por encima de Víctor Díaz. Se quiere hacer sentir y lo está consiguiendo.

Entró nervioso y sin esperarlo por Eric García y vio una amarilla pronto. Providencial en un corte, pero del córner llegó el gol del empate.

Regresó tras casi un mes sin jugar y se notó en exceso. Llegó tarde a varias acciones. Insulso.

Buenas maneras en su regreso, con vocación ofensiva cuando hubo más espacios, pero sin opciones como el resto con uno menos.

Tuvo la mala suerte de salir y empatar poco después el Granada, pero poco se le puede achacar. No se complicó la vida y buscó el pase.