El 1x1 del Barça-Girona

Encajó un gol a las primeras de cambio, pero a partir de ahí mantuvo el tipo con coherencia y sin mayores problemas. El Girona le inquietó poco, y cuando lo hizo, el alemán cumplió. Como de costumbre, estuvo impecable en la salida de balón. Evitó el segundo del Girona en dos grandes acciones en la segunda parte. 

La falta de actividad le pasó factura: se retiró tocado, con problemas en los isquiotibiales de la pierna derecha. Completó un partido más que correcto, incorporándose con frecuencia al ataque. Le falló el último pase para acabar de redondear su actuación. 

Sus molestias en la rodilla le obligaron a irse del partido en el ecuador de la segunda parte: supo transmitir tranquilidad al equipo cuando el partido fue un correcalles, pero tuvo que descansar tras un choque con un jugador del Girona. 

Falló en el gol del Girona, llegando tarde a una cobertura teóricamente fácil. Después, se le vio más dubitativo que de costumbre en la salida de balón y en las ayudas, pero el marcador le ayudó a vivir una segunda mitad muy plácida.

Con tres delanteros por delante (Suárez, Messi y Dembélé), Alba fue más tímido a la hora de lanzarse al ataque. Progresó poco por su banda. en ataque, aunque en la segunda parte jugó con más libertad. Forzó la quinta amarilla: no jugará en Las Palmas pero sí ante el Atlético de Madrid. 

Tuvo un par de errores puntuales (una pérdida suya originó el gol del Girona) en la distribución.  Le costó tomarle el pulso al partido, pero fue de menos a más para compactar al Barça. En la segunda parte, Valverde le dio descanso pensando en los próximos compromisos.

Correcto en la distribución, impecable en el despliegue físico, los primeros minutos le pillaron desprevenido, pero no tardó en entonarse. No tuvo tanta llegada al área rival como en otros partidos pero cumplió a la perfección en defensa. 

Empezó discreto y acabó ovacionado por el Camp Nou: marcó un extraordinario gol en el ecuador de la segunda parte con un buen disparo desde media distancia. El gol premió su progresió a lo largo del partido. De menos a más. Cada día se entiende mejor con Suárez y Messi. Necesita algo más de continuidad.

Empezó agarrotado, presa de las dudas y falto de confianza, pero se fue soltando con el paso de los minutos. Errático en los primeros minutos, mucho mejor en la segunda parte, cuando intentó desbordar y se acercó al gol. Provocó una amarilla. Acabó con buenas sensaciones, regalando una asistencia a Suárez. 

El argentino gobernó el partido a su gusto: lideró absolutamente el ataque del Barça, sobre todo en una primera parte sublime. Marcó de falta al estilo Ronaldinho (por debajo de la barrera) y también tras una excelente acción individual en el área del Girona. En la segunda parte pareció dosificarse.

Enchufado desde el primer minuto, marcó el gol que permitió al Barça contrarrestar el tanto inicial de Portu. Muy activo, también marcó al final de la primera parte y redondeó su actuación con el sexto gol del Barça. Voraz, buscó tanto la portería rival que casi se olvidó de ver la amarilla que le aseguraría jugar el partido ante el Atlético. Cuando la buscó, no logró ser amonestado y acabó riéndose de la situación. 

Volvió a jugar tras un mes de baja por lesión a un buen nivel: estrelló un remate en el larguero, a la salida de un córner. Disfrutó de un partido plácido porque cuando entró al campo, el Barça ya tenía sentenciado el marcador. 

El brasileño entró al campo con el viento muy a favor, para dar descanso a los centrocampistas. Aprovechó el partido para recuperar sensaciones, aunque apenas pudo tener protagonismo en el juego de ataque.

El de Reus no tuvo problemas para entrar al partido supliendo a Busquets. Aportó equilibrio al centro del campo, cuando el viento ya soplaba a favor. Es un jugador tan polifacético que cumple en cualquier puesto.