El 1x1 del Barça ante el Eibar

Jugó más con los pies que con las manos. Buena señal. Ejerció de libre y de recurso cuando a su alrededor el Eibar presionaba a Piqué y compañía. Sobrado en cualquiera de las responsabilidades que deba asumir.

Le sobra inteligencia para saber qué debe hacer en cada momento. Olvidada ya la lesión, se le vio fresco y fuerte para subir o bajar según requería el partido. Es listo y no regala esfuerzos. Cuestionado por quienes no ven nada bien, Sergi suma y sigue.

Entre la presión del Eibar, muy alta, y las precauciones del Barça, la línea defensiva jugó algo demasiado atrasada. Valverde le pidió que diera un paso adelante y, cuando lo hizo, el Barça cerró el partido. Cada día es mejor futbolista.

Las lesiones en defensa no son la única razón que han hecho titular a Lenglet. El propio jugador, seguro y concentrado siempre, se ha ganado el derecho a sentir como propia la posición de central zurdo. Ante el Eibar dio una exhibición aplaudida por el Camp Nou.

Ha repetido la misma jugada centenares de veces, varias por partido, y, aún así, es imposible frenarle. Se esconde y aparece siempre en el momento oportuno. Faltó concretarlas. En defensa, muy concentrado cuando le llegaban de dos en dos. Puede con todo.

Erró pases sencillos impropios en un futbolista de su categoría. Perdió también algún balón peligroso. Sin ser preocupante, ha jugado mejores partidos. Lleva acumulados muchos minutos y Valverde lo sustituyó cuando mejor estaba. Mejor no explotar su físico.

Tuvo libertad para moverse y crear espacios con los que sus compañeros penetrar. Sorprendió desajustando a la defensa vasca. Tácticamente, impecable. Se movió a su antojo y trabajó a nivel defensivo para evitar sorpresas. Impagable.

Cada partido crece su aportación. Poco a poco va ganando confianza y se hace difícil pensar en un Barça sin él sobre el césped. Muy bien. No comete errores y, lo mejor de todo, es que da personalidad al juego del equipo.

Valverde le dio la oportunidad de acabar con el runrún creado a su alrededor. Tiene tanta calidad que, pese a no estar en su mejor momento, un toque brillante permitió a Suárez abrir el marcador. Regaló acciones de esas que gustan, a lo 'show Cou'. Así, sí.

Generoso en el pase, generoso en los goles, generoso con la afición y generoso, en definitiva, con el fútbol. Sin ser su mejor partido, la mayoría de futbolistas soñarían con jugar uno solo así. Ya van 400. ¿Y la estatua pa' cuando?

La primera que tuvo, barraca. Eso es lo que se le pide a un '9' en el Barça. Dejó el balón a Messi para que hiciera el segundo y marcó el tercero. Corrió, luchó, peleó, decidió, sentenció. El diccionario de elogios se queda corto para él. Que no se vaya nunca.

Salió para que Busquets pudiera respirar, que lleva mucho trote. Como es habitual, corrió sin descanso y mantuvo el centro del campo del Eibar controlado.

Intentó ser protagonista, pero le costó meterse en el partido. Probó alguna acción individual marca de la casa, a su bola. El partido estaba sentenciado y no acabó de conectarse.

Sergi Roberto necesitaba algo de aire, Valverde lo intuyó y entró Semedo. No tuvo tiempo de participar demasiado.