El 1x1 del Barça ante el Betis

Le costó salir jugando, pero eso no fue lo peor. Sus compañeros le boicotearon con un penalti de Lenglet que no pudo detener y una pérdida de Vidal que acabó en el segundo de Fekir.

En un sentido negativo. Demasiado nervioso en todas sus acciones, no jugó nunca cómodo. Le faltó calma y precisión. No cerró bien y el Barça sufrió mucho por su banda. Atacó sin convicción.

Situado en el central derecho, el francés fue sometido a una presión asfixiante. Le costó salir limpio desde atrás y tuvo mucho trabajo frenando la ofensiva bética. Demasiado tierno en el gol de Fekir, se le vio pesado y lento.

Empezó muy nervioso, inseguro en la salida y dubitativo en defensa. El VAR cazó unas manos claras dentro del área, un penalti de libro. Fue a más y acabó siendo decisivo marcando el tercero de cabeza. Vio la segunda amarilla corrigiendo un error de Umtiti.

Emerson desafió al dominicano en una batalla enorme. No tuvo ni un segundo de respiro ante la potencia de su rival. Aceptó el reto, pero lo perdió ante la potencia del brasileño. Acabó sustituido.

El partido obligó al canterano a ejercer un papel poco común en él. Demasiado vigilado, le costó dar continuidad al juego blaugrana y, además, tuvo que vaciarse frenando, en ocasiones con faltas evidentes, a los béticos. Hizo el empate al filo del descanso. Sufrió mucho.

Atravesó la defensa del Betis con clase y potencia. Lo suyo fue una exhibición de recursos. Vertical y siempre peligroso, combinó como nunca con Messi. Así llegó el empate, con un control y una definición que fue miel. Solo le faltó algo de continuidad.

Jugó con libertad en el vértice del rombo dibujado en la medular. Perdió un balón imperdonable que costó el segundo del Betis y, a partir de ahí, fue un desastre. Un partido para olvidar. Acabó sustituido.

Otro cambio de rol para el de Reus. Le falto personalidad y ofreció un fútbol demasiado académico. Debe soltarse para disfrutar y aportar más al equipo. Perdió balones y se vio superado.

Le dieron una patada por detrás nada más arrancar el partido. Ni falta señaló el árbitro. La acción sirvió para picar al argentino, que se echó el equipo a la espalda junto a De Jong. Sus compañeros no le acompañaron. Tuvo varias para marcar, pero Joel le frenó. A falta de goles, asistió en los tres del Barça.

Corrió con generosidad, siempre buscando ayudar, pero tímido e impreciso. Lo mejor que hizo, asistir a Messi en una jugada que pudo acabar en gol. Nada más. No apareció nunca.

Salió por Firpo y eso le motivó. Hizo más en media hora que su compañero en el resto del partido. Vertical y peligroso, volvió a conectar con Messi, que jugó más cómodo con su socio sobre el césped.

Salió por Arturo Vidal y dio sentido al fútbol del Barça, que ganó en posesión y en orden. Le hicieron un penalti que el VAR pasó de pitar.

Entró en el 88' por Griezmann para refrescar el centro del campo en los últimos instantes del encuentro. Tuvo tiempo de perder un balón comprometido.