El 1x1 del Barça contra el Benfica

Cometió un error en la salida de balón en los primeros compases del encuentro que, afortunadamente, acabó en nada. El buen juego azulgrana provocó que no tuviera mucho trabajo, pero realizó una intervención providencial antes del descanso para evitar el gol de cabeza de Yaremchuk. Que aparezca en el momento adecuado es exactamente lo que su equipo necesita para volver a encadenar buenos resultados.

Si las lesiones le respetan, Ronald será el líder de la defensa del Barça durante la próxima década. Un espectáculo. Y eso que tuvo que jugar entre la posición de central y la de lateral derecho. Expeditivo cuando las circunstancias se lo permitieron e irrebatible en tareas defensivas, fue un muro para los atacantes del Benfica. Marcó un gol, pero fue anulado por fuera de juego. Justo después tuvo que ser sustituido por problemas físicos.

La presión intensísima y el planteamiento ofensivo del Barça ahogaron al Benfica. Los delanteros portugueses entraron muy poco en juego. Piqué, en el eje de la defensa, estuvo muy pendiente para evitar cualquier peligro visitante. Salió bien al corte y aunque en el inicio de la segunda parte fue amonestado, no se le vio condicionado. Buena versión de Gerard.

Poco exigido defensivamente, asustó a los aficionados del Camp Nou con sus tradicionales descuidos puntuales. Quedó retratado en una jugada con Yaremchuk en la primera parte. Interpretó bien la salida de balón y encontró buenos espacios para generar ocasiones de peligro, pero a un central del Barça se le tiene que pedir concentración absoluta.

Cuando el Barça le hace sentir en casa a nivel futbolístico, es uno de los mejores jugadores del mundo. Fue vital en la buena presión que realizó el conjunto blaugrana. Se sintió cómodo e impuso el guion de partido que le interesaba al Barça en todo momento. Sensacional.

Volvió a verse una buena versión del neerlandés, aunque aún está lejos de ser el líder que necesitan los de Xavi Hernández. Rozó el gol en un remate de cabeza llegando desde segunda línea. Agradeció más que nadie estar bien acompañado. Busquets, Gavi y Nico le ayudaron a aumentar su protagonismo. Fue de menos a más.

Superior. Muy activo, el gallego brilló tanto a la hora de asociarse con sus compañeros como en el momento de desequilibrar en el uno contra uno. Experto en generar superioridades, dio profundidad al Barça con sus galopadas interesantísimas. Tiene 19 años y parece que lleve muchas años jugando en la élite. Alumno avanzado.

Luchó como siempre y el Camp Nou se lo agradeció en una acción en la que volvió a exhibir personalidad. Nuevo partido brillante del de Los Palacios y Villafranca. Efectuó una maniobra espectacular que entusiasmó a los valientes aficionados culés que se desplazaron al estadio. Como punto negativo, siguió siendo algo tímido en los metros decisivos.

Impreciso. Acarició el gol en el minuto 7, pero Odysseas Vlachodimos envió a córner su disparo cruzado. En el minuto 42 estrelló un zurdazo contra el larguero. Más allá de las ocasiones, le costó participar y, cuando lo hizo, dejó tanto detalles interesantes como errores algo inexplicables. Capaz de lo mejor y lo peor, aún tiene mucho margen de mejora.

El Barça echó de menos contundencia en el área contraria en buena medida porque su '9' no aportó clarividencia en los últimos metros. No acabó bien las oportunidades con las que contó. Se le hizo de noche cuando, a la hora de juego, tuvo un uno contra uno frente a Vlachodimos. Le faltó confianza, curiosamente una de sus principales virtudes.

Es un futbolista que sorprende más cuando aparece desde atrás que cuando parte desde posiciones adelantadas. Jugó de extremo por culpa de la plaga de lesiones y no lo hizo mal, pero no apareció tanto como en otros partidos. Contó con una oportunidad bastante clara, pero Vlachodimos la frustró.

Cómo lo echaba de menos el Barça. Su innato cambio de ritmo permitió al equipo blaugrana dar el paso adelante que necesitaba para intentar ganar el partido. Enchufó al equipo y a la afición. Revolucionó el encuentro, pero no pudo conducir a los de Xavi hacia la victoria.

Entró en los instantes finales del partido por Araujo y no tuvo transcendencia en el compromiso más allá de molestar a Seferovic en una acción muy clara para el Benfica que podría haber significado la derrota local.

Entró en los instantes finales del partido por Lenglet y no participó prácticamente nada. Volvió a jugar tras unos días de baja por culpa de una lumbalgia.