El 1x1 del Barça ante el Athletic

Su partido empezó con una imagen recurrente esta temporada. El meta alemán superado con una acción espectacular y una sensación de impotencia. Esta vez con un balón picado por encima de Muniain con una precisión deslumbrante. El meta alemán se resarció con una buena mano a Nico Williams y otra a Raúl García. En el segundo gol del Athletic midió mal y en el penalti Munian lo engañó completamente.

No es habitual ver tan impreciso al brasileño. Suyas fueron la mayoría de pérdidas del equipo, algunas no forzadas en la primera mitad. Tiene que ser una zona de seguridad del equipo en la salida del balón, pero fue todo lo contrario. Una chilena errática suya se convirtió en una asistencia a Pedri, que marcó desde fuera del área.

Se volcó como siempre en el trabajo defensivo y los duelos individuales, pero está vez sufrió más de la cuenta. Como todo el equipo, trató de sobrevivir y jugó siempre al límite.

Gerard está siendo el defensa más competitivo de la era Xavi hasta ahora. Ante el Athletic estuvo agresivo en la marca, se ofreció siempre para sacar el balón y sostuvo al equipo hasta que salió en la foto del segundo gol. Piqué no fue capaz de rechazar un balón en el área que acabó en la portería.

Lo pasó muy mal ante el eléctrico Nico Williams. En el primer gol lo superó en una carrera desigual. La jugada además empezó con un mal rechace suyo de cabeza. Tras el error trató de recomponerse, pero se vio superado en defensa por el ritmo del partido. Además una mano suya terminó en penalti. En partidos de esta intensidad hace tiempo que sufre más de la cuenta.

Le sientan mal este tipo de encuentros. Sin control, y con muchos espacios por cubrir, se vuelve un centrocampista vulnerable. Le ocurrió ante el Athletic y le penalizó tener a los interiores tan altos cuando tocó replegarse.

El jugador más clarividente del Barça. Esta temporada, sin Messi en el equipo, tiene que asumir más peso en la circulación del balón. Cada vez que pasó por el balón por él mejoró el contexto de juego del equipo. El canario jugó esta vez de interior derecho y quedó claro que tiene química con Ferran Torres. También su paso adelante en liderazgo e instinto asesino. Su gol, con un disparo desde fuera del área, llevó al Barça a la prórroga. Terminó sustitudo con problemas en los gemelos.

No encontró nunca su ritmo. Impreciso en el pase y dubitativo con el balón en los pies como interior izquierdo. Fue seguramente el partido más intrascendente con el primer equipo. El canterano ha perdido influencia en los partidos desde que volvió del covid.

Acostumbrado a extremos poco resolutivos como Dembélé o Abde, Ferran Torres confirmó que es otro tipo de futbolista. Un delantero capaz de crearse sus goles, resolutivo y con mucho veneno cuando está cerca del área. Suyo fue el primer gol del Barça con una rosca demoledora que recordó al gol de Muniain. Xavi lo probó en las dos bandas, acabando el partido en la banda izquierda junto a Ansu y Nico como falso extremo derecho.

Sigue siendo un extremo que se atreve y encara, pero otra cosa es el entendimiento del juego. Abde volvió a ser un delantero que juega su partido, algo desconectado del equipo.

Jugó como 9 y trató de generar, con sus movimientos sin balón, espacios para Abde y Ferran Torres. En un Barça muy irregular, apenas pudo tuvo presencia en los primeros 45 minutos.

Salió tras el descanso por Abde y ocupó la banda derecha. Lejos de la base de la jugada, le faltó picante en los últimos metros, pero fue siempre una zona segura para la posesión del equipo.

Entró por Gavi en el 61', pero una vez más no fue capaz de tener un gran impacto en el partido. Jugando como interior izquierdo, le faltó influencia en el juego, pero tuvo una de las mejores ocasiones.

Se nota que está lejos de su versión más eléctrica, pero su presencia siempre es sinónimo de peligro. Ansu dinamizó el juego de apoyos y transmitió sensación de peligro. Justo cuando mejor estaba sufrió una lesión muscular y tuvo que ser sustituido.

Entró en la prórroga sustituyendo a Fati y pasó desapercibido como extremo. El estadounidense todavía no ha jugado como lateral derecho, su mejor escenario, desde que llegó Xavi.

Entró en la recta final de la prórroga y apenas tuvo presencia en el partido.