El 1x1 del Barça ante el Athletic

La primera vez que se tuvo que emplear con los guantes fue a los 40 minutos, en un centro-chut de Williams. En la primera acción con los pies, la presión rojiblanca casi le dio un susto. Después, estuvo más fino. Siempre es un seguro de vida.

El canterano fue clave para que el Barça tuviera superioridad por la derecha, empleándose en misiones defensivas, y a la vez, acumulando mucha posesión de balón y buscando a Dest. Incluso combinó con Messi dentro del área. Crece a pasos agigantados.

Se erigió en el líder de la defensa desde el primer minuto y fue a por todas, intentándose olvidar de los problemas físicos. Tremendo su sacrificio y su capacidad de anticipación. Tiene mucho mérito la actuación del barcelonés.

Jugar en defensa de tres centrales y con Piqué de compañero le sube la autoestima al francés, atento al corte y en la anticipación. Un partido para volver a ser el de su primer año como azulgrana.

Casi todo el tiempo ubicado en campo contrario y con mucho protagonismo por la banda derecha. Se apoyó muy bien en Mingueza, fue de más a menos y el primer sustituido, pero antes dejó un gran pase que no supo aprovechar Griezmann.

Cuando le tocó de central lo hizo muy bien, pero el centro del campo es su posición. Envió un balón al palo en la primera mitad y tras el descanso, pisó más zona de peligro y se desató. Un gol y dos asistencias para un futbolista que está en todos los sitios y todo lo hace bien. No tiene precio.

Un centro del campo poblado pero bien distribuido le va de maravillas a sus características. Distribuyó juego, hizo un gran pase a De Jong solo empezar y se sintió fuerte en la medular. Incluso gozó de una muy buena ocasión. Muy fluido en el campo, el de Badia, pese a quien pese, todavía tiene mucho fútbol en sus botas.

Siempre que recibió el balón, se intuyó que algo podría pasar, pero en la posición de interior teniendo que buscar las zonas cercanas al Barça le faltó espacio para desplegar su enorme calidad. Más suelto en la segunda mitad, con espacios miró el área rival y estuvo cerca de marcar.

Empezó más selectivo, pero en la segunda mitad ya no hubo quien frenara al de L'Hospitalet. Un puñal por banda y dos asistencias, a De Jong y a su gran socio, Leo Messi. Es imprescindible.

Dani García y Martínez Munuera, que le puso de los nervios, le frenaron en el primer tiempo, pero en los vestuarios respiró hondo y su recital futbolístico cuando regresó al césped fue sublime. Lideró al equipo con maestría, marcó el tercero, una pasada como corrió en eslálom, combinó con De Jong y batió a Unai Simón. También fue el autor del cuarto, en asociación con Alba, y dejó claro en La Cartuja que sigue siendo el mejor del mundo. Impresionante.

Se movió por las zonas de ataque y buscó siempre la combinación, parecía que no le salían las cosas, falló una muy clara solo empezar la segunda mitad, pero por fin el fútbol fue justo con el francés. Se encargó de abrir la lata, siempre es un gol importante el primero y consiguió responder a la confianza que le dio Koeman. Lástima del gol anulado que hubiera sido el quinto.

Salió al verde en pleno festival ofensivo y contribuyó al buen juego del equipo, como siempre, aportando sentido colectivo.

Minutos para ir regresando poco a poco y recuperar sensaciones el buen central uruguayo.

Se sumó a la fiesta y jugó a placer ante un Athletic roto. Un premio su participación para el juvenil.

Escasos minutos para el único '9' puro del equipo, que no hizo falta porque el equipo tuvo mucha llegada desde atrás.

Fue el sacrificado por Ronald Koeman y apenas pudo participar del partidazo del Barça. Un golpe para el francés, que con el título sin duda pasará mejor.