El Granollers salió con muchas ganas en ataque y con un gran Gonzalo bajo los palos desde el primer minuto. Grundsten, que realizó buenas penetraciones desde el pivote dio alas a un Granollers que no dejó de pelear.
Del Arco, central vallesano, abandonó la pista y posteriormente, con gestos de dolor, el pabellón tras sufrir un golpe en la pierna izquierda después de un lanzamiento en ataque (m.4). A la espera de las pruebas médicas, la lesión podría afectar a los ligamentos cruzados.
En el minuto 21 el Ciudad Encantada se puso por primera vez por delante en el luminoso (5-6) tras 7 minutos con un marcador inamovible en el 5-5 gracias al buen trabajo de las defensas.
Con el 5-7 del minuto 23, el técnico local, Toni García, se vio obligado a pedir su primer tiempo muerto. El luego local empezaba a perder intensidad defensiva y se hacía mucho más permeable al potente ataque de los de Cuenca que aún así echaron en falta a su pivote Alex Garza.
La ventaja de los pupilos del veterano Zupo Equisoain no pasaron de los dos goles en la primera mitad (5-7 en el m. 23, 6-8 en el 26, 7-9 en el 27 y 8-10 en el 29) en un partido de juego mediocre.
Grundsten se encargó de equilibrar el choque en los primeros compases de la reanudación (10-10) y pareció el único capaz de romper la defensa visitante. Félez y Malasinskas fallaron cada uno una pena máxima en esta segunda mitad.
En el m. 49 Grundsten logró de nuevo el equilibrio (19-19) en el luminoso e incluso puso por delante al Granollers con el 20-19 en el minuto 51. Félez situó el 21-19, que fue la máxima renta local, pero el tiempo muerto de Zupo reordenó su ataque y empezó a aprovechar el contragolpe para reequilibrar el choque en apenas dos minutos.
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La intensidad del juego de los últimos compases sacaron una vez más a la luz las carencias de un Granollers que juega demasiado a ráfagas y que acabó cediendo por hasta cuatro goles, máxima renta del choque (22-26) pare el Ciudad Encantada que supo aguantar y apretar cuando fue necesario.