Puede llegar a este mundo un virus que cambie hasta el último rincón del universo, que obligue a suspender partidos, a jugar con tan solo 800 espectadores en las gradas, que enseñe otra forma de entender las relaciones humanas, que de repente coloque una mascarilla entre nuestro vestuario diario y cambie la forma de trabajar y de moverse de todos los habitantes del planeta, pero hay algo que no ha conseguido modificar y es la eficacia del Barça de balonmano en una pista.
Pese a que era el primer partido de la Liga Sacyr Asobal -correspondiente a la segunda jornada tras suspenderse la primera y la tercera programadas el 2 y 5 de septiembre respectivamente- el Barça no tuvo problemas para superar por un contundente 18-31 a un renovado Helvetia Anaitasuna con gente muy joven pero que no fue capaz de contrarrestar el juego azulgrana que, si bien aún le falta velocidad en el contraataque y celeridad en sus automatismos, sigue siendo un equipo infinitamente superior a sus rivales, en este caso Anaitasuna.
Anaitasuna aguanta los primeros minutos
Al inicio del partido el conjunto pamplonica aguantó las embestidas azulgranas y supo encontrar algún resquicio a su defensa para mantenerse enganchado en el marcador, pero en cuanto el Barça puso una marcha más, Anaitasuna, que propuso un buen balonmano y mucha voluntad, empezó a ver cómo el marcador se ampliaba sin remedio. Raúl Entrerríos dirigía al equipo con maestría hasta llegar al descanso con la máxima diferencia hasta el momento (8-17 ).
Bols, protagonista con sus paradas
En la reanudación apareció un Bols totalmente nuevo y tras una mala primera parte que le supuso el cambio, en la segunda estuvo espectacular. Sus paradas evitaron una goleada más escandalosa si cabe.
Pese a que le llegó la inspiración al portero danés, la ventaja en el marcador se mantenía porque al otro lado, Möller y Gonzalo Pérez de Vargas en los 7 metros, también fueron protagonistas.
La eficacia de Aleix Gómez, una pieza ya básica en el Barça de Xavi Pascual, y de Diocou que está creciendo a pasos agigantados fue lo más destacado en la segunda mitad en el bando azulgrana donde los nuevos fichajes demostraron que poco a poco van asimilando los automatismos que exige Pasqui.
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Tras este primer triunfo, el Barça viaja directamente a Logroño donde juega este viernes el partido correspondiente a la cuarta jornada de la Liga Asobal (20.45 horas).