El capitán de la selección de Suecia, Tobias Karlsson, no podrá lucir un brazalete con los colores de la bandera gay durante el Europeo de Polonia porque la Federación Europea de Balonmano (EHF) no le ha dado finalmente permiso para llevar a cabo su reivindicación.
Los argumentos esgrimidos por la Federación son que "el brazalete forma parte de la equipación y deben predominar los colores del país al que representa el jugador". Karlsson quería llevar el brazalete arcoiris en Polonia porque es uno de los países más homófobos de Europa y acaba de votar por tercera vez en contra del matrimonio homosexual.
El capitán sueco, que tenía el soporte de los capitanes de Noruega e Islandia, es heterosexual, está casado y con hijos, pero quería solidarizarse con los colectivos gays en Polonia.
“Es una pena que la EHF nos prohíba mostrar que defendemos la tolerancia, la humanidad y la igualdad entre todos”, ha señalado Tobias Karlsson en la web de la federación sueca de balonmano.
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Subcampeón olímpico en Londres en 2012, el defensa del club alemán de Flensburg, de 34 años, era embajador de los Juegos LGBT Euro Games en 2015.