Afronta su último encuentro a domicilio de la primera vuelta el conjunto de Antonio Carlos Ortega, y lo hace con las heridas cicatrizadas tras imponerse al Oporto en Europa y cauterizar una sangría de dos derrotas en Champions.
No hay nada mejor que regresar al coto privado de la Asobal para continuar creciendo y asimilando los automatismos que quiere inculcar el entrenador malagueño en la plantilla. La visita a La Albericia cántabra para medirse al Unicaja BM Sinfín (12.00 horas) no debería, sobre el papel, ser más que otro mérito trámite en la inmaculada hoja de servicios culés. Los azulgranas son líderes y cuentan los trece encuentros disputados en liga por éxitos.
Empujón final
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Melvyn Richardson no se fía de la mala clasificación de los cántabros: “Es un partido fuera de casa y ya sabemos que nunca son fáciles. Deberemos estar muy concentrados. Quedan tres encuentros antes de tener una pequeña pausa y espero que continuemos en esta línea”.