El FC Barcelona le tenía ganas al Frankin Granollers, no en vano los vallesanos rompieron una racha de 145 partidos sin conocer la derrota del equipo azulgrana el pasado mes de abril en el Palau (28-29). El Barça cumplió venganza y se impuso por 23-30.
Y el Barça se aprovechó de un equipo, el de Antonio Rama, que llegaba a la gran cita liguera en un gran momento de forma global, pero con un cansancio imposible de esquivar tras un duro duelo en Eslovenia donde certificaron el pase a la fase de grupos de la Copa EHF, pero cuyo viaje de regreso fue poco menos que una odisea llegando a casa hacia las 22.00 horas de la noche.
Pero los vallesanos sabían de la importancia del partido con la visita del Barça al Palau d’Esports de Granollers e intentaron olvidar el pasado y centrarse en el presente. Y lo consiguieron... a medias. El partido cumplió con las expectativas. Ambos equipos ofrecieron balonmano de quilates, pero el FC Barcelona no perdonó.
La primera mitad los de Antonio Rama salieron fuertes, a por todas, con una primera línea con Terrafeta, Antonio García y Oswaldo -primera víctima del desgaste se retiró con una lesión en el gemelo- que se manejaban bien pese a la férra defensa del Barça.
El Granollers se fue hasta el 3-1, gracias a un excelso ‘Bombón’ Almeida que mantuvo a los suyos en el partido con sus extraordinarias paradas.
Pero el Barça no estaba por la labor y con un parcial de 0-4 se ponía por delante y ya no dejaría el comando del partido hasta el final, solo el 6-6 (17’) preocupó a los azulgranas unos segundo, pero fue un espejismo para los vallesanos.
Un día más, el Barça tiró de juego coral con reparto de goles muy equitativo y con un Gonzalo Pérez de Vargas que dejó sus dudas en casa y regresó con una actuación formidable con 28 paradas y un 55% de efectividad.
Se llegó al descanso con 9-14, la máxima ventaja hasta el momento.
superioridad blaugrana
En la segunda mitad el Granollers lo intentó, con un inspirado Adrià Figueras y un Álex Márquez que suplió muy bien a Oswaldo, pero cada vez que lograban un trabajado gol, el Barça en tres segundos anotaba el suyo de contragolpe para desespero de Antonio Rama. Era muy superior y se empezaron a notar las grandes diferencias de banquillo en un equipo y otro.
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Como en todos los partidos de Liga, con el paso de los minutos el rival paga el esfuerzo ante el Barça que obliga a sus oponentes a un desgaste continuo y acaba por imponerse con ventajas holgadas. En el derbi en Granollers, de siete goles (23-30).