El Barça Lassa se encontró con serios problemas ante el Rhein-Neckar Löwen, equipo alemán muy fuerte en su pista, el SAP Arena, donde los azulgranas llegaban con una pobre estadística de dos derrotas y dos empates.
El Barça, advertido de lo complicado que es sacar puntos de este pabellón, salió con un ritmo frenético consiguiendo una ventaja de dos goles de entrada (0-2 min 2.) y pudo mantenerse por delante hasta el minuto 10 (4-5). Pero a partir de ahí el equipo alemán encontró la fórmula para perforar la telaraña defensiva del Barça y con un Schmid ordenando a su equipo y el recién fichaje del Rhein-Neckar, Steffen Fäth inspirado, empezaron a trabajar para poner tierra de por medio.
Y vaya si lo consiguieron. Con un parcial de 8-2 se ponían cinco arriba y obligaban a Xavi Pascual a pedir tiempo muerto.
Avisó a sus hombres que atacarían con siete y sin portero, pero no salió bien la estrategia de entrada (13-7).
La salida a pista del joven Aleix Gómez puso más dinamismo al ataque azulgrana y el Barça lograba irse al descanso con solo tres goles de desventaja (16-13).
segunda mitad trepidante
Muy diferente fue la segunda mitad en la que el Barça, pese a la ventaja del rival, supo mantenerse en todo momento en el partido y nunca le perdió la cara. El problema era que el Rhein-Neckar seguía atacando con mucha solvencia y en esta ocasión, Gonzalo Pérez de Vargas no conseguía detener la sangría goleadora de los alemanes.
Pascual cambió de portero y puso a Möller para ver si cambiaban las dinámicas y Dika Mem puso en marcha su máquina de hacer goles para volver al Barça a tener opciones. Ello ayudado por un Aleix Gómez que no falló desde los siete metros dio alas al Barça. Alas en la pista, pero no en el marcador (26-20, M. 44’).
n’guessan estelar Al Barça le faltaba continuidad en ataque, pero N’Guessan cogió el relevo de Mem y con cuatro goles consecutivos redujo distancias. Xavi pascual ordenó una defensa 5-1 para provocar las imprecisiones del Rhein-Neckar y la estrategia dio sus frutos. Se llegó a falta de tres minutos para el final con 34-32, pero Ariño, solo ante Piluka, erró y Mensah Lasen no falló. Aleix puso a un solo gol al Barça, pero ya era demasiado tarde y se consumó la derrota por 35-34.
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Está claro que al Barça todavía le falta engranaje y que los nuevos entiendan la filosofía Pascual que, por cierto, ha cambiado algunas cosas. Pero la imagen ofrecida en la segunda mitad llena de optimismo a un equipo cuyo objetivo es la Champions.