El Valencia Basket se "vengó" en la Copa de la Reina del Ciudad de La Laguna, que parecía haberle tomado la medida, y se impuso, de la mano de una Tirera excepcional y de una Rosó Buch que emergió en el último cuarto, a un rival que les puso contra las cuerdas en los cuartos de final de la Copa de la Reina.
Por tanto, el cuadro 'taronja' se enfrentará al UNI Girona en una de las semifinales del torneo copero. La otra enfrentará al Araski y al Perfumerías Avenida.
El cuadro tinerfeño había ganado la partida a las valencianas en los dos partidos de liga, por lo que éstas impusieron un ritmo rápido para tratar de marcar territorio desde el inicio. Y lo lograron con una defensa seria que hizo que el rival cometiera numerosos errores.
El pobre porcentaje de lanzamientos se repartió por igual, pero las de Rubén Burgos pudieron tomar la iniciativa en el marcador, gracias al buen hacer de Queralt Casas, muy atenta y con buena visión de juego, para llegar al final del primer cuarto con cuatro puntos de ventaja (15-11).
Las defensas zonales intensas obligaban a lanzar desde el exterior, de ahí que la efectividad siguiera bajo mínimos, pero las segundas opciones favorecieron al Valencia que aumentó la renta hasta los cinco puntos (20-15) y que, tras una pequeña reacción isleña, aumentó a siete gracias a los rebotes (26-19) y a la velocidad de juego.
Weaver, con una última canasta sobre la bocina, dejaba el marcador en 26-21 al descanso. Y esta insufló confianza a las tinerfeñas que, tras la reanudación, despertaron su capacidad anotadora, sobre todo desde el exterior, con Traoré y Atkinson como protagonistas, para dar la vuelta al resultado (41-44).
Rubén Burgos solicitó un receso para pedir más presión defensiva a sus jugadoras, pero en ataque también habían perdido consistencia y solo Queralt Casas y Tirera pudieron hacer daño al cuadro insular, que finalizó el tercer cuarto con una ventaja de cuatro puntos (43-47).
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Pero apareció Tirera, que se convirtió en una pesadilla para las defensoras canarias, y la experiencia de Rosó Buch y Anna Gómez, que devolvieron el control a su equipo (61-54), a falta de tres minutos para la conclusión y, aunque Claudio García buscó frenar la dinámica positiva de Valencia, ya no halló soluciones para impedir el triunfo del rival.