El Spar Citylift Girona se clasificó para las semifinales de la Copa de la Reina este viernes al vencer por 56-51 al Cadí La Seu, que, a pesar de ir por detrás en el marcador durante la mayor parte del choque, nunca se rindió, pero el rebote y la experiencia de jugadoras como Laia Palau marcaron la diferencia.
Por tanto, las vigentes subcampeonas del torneo ya esperan rival a las semifinales del sábado. Serán las ganadoras del duelo entre el Valencia Basket y el Ciudad de La Laguna Tenerife que se enfrentan a continuación.
En un duelo entre equipos catalanes, se constató de inmediato el gran conocimiento existente entre ambos, que se tradujo en un equilibrio en el juego y en el marcador, con los dos conjuntos más centrados en el plano defensivo y cometiendo prácticamente los mismos errores. El resultado, equilibrio al final del primer cuarto (15-15).
Cualquier detalle podía desequilibrar la balanza y en los primeros compases del segundo cuarto reclamó protagonismo Marta Xargay, que dio una pequeña ventaja al Girona (22-19), tras la que reaccionó con rapidez el técnico de Cadí La Seu, Bernat Canut, para frenar ese empuje del rival.
Lo logró, en primera instancia, pero las pupilas de Eric Suris se encontraron cada vez más cómodas en la pista, con Mendy y Elonu aumentando sus prestaciones ofensivas, y las diferencias aumentaron hasta los ocho puntos (33-25) antes del descanso ante un Cadí la Seu que no hallaba efectividad en sus lanzamientos.
Tras la reanudación, el Cadí La Seu salió con la premisa de evitar las pérdidas y hacer una mejor selección de tiro, lo que, unido a una mayor intensidad defensiva, le permitió recortar la renta de doce puntos lograda por el Girona (41-29) a seis (45-39) con los que se cerró el tercer cuarto.
Esa progresión dio alas a las de Canut, que supieron cerrar bien su zona para impedir al rival jugar con fluidez y, además, actuaron como bloque en ataque, lo que se tradujo en un apretado 45-44 a falta de seis minutos y en el correspondiente tiempo muerto de Eric Suris.
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Laia Palau asumió la responsabilidad y se encargó de templar los nervios de su equipo y de anotar en los momentos más decisivos para ampliar la renta a siete puntos (51-44), a solo tres minutos del final, que fueron determinantes en el desenlace del duelo.