El Spar Citylift Girona se enfrentará en la final de la Copa de la Reina al vigente campeón, el Perfumerías Avenida, tras vencer en la semifinal a un Valencia Basket que mantuvo el tipo con un buen juego, pero que no terminó de creer en sus posibilidades y cedió en el último cuarto.
El equipo catalán salió muy centrado a la cancha, con la clara intención de asumir los mandos desde el inicio, y lo logró, sin dificultad, ante un Valencia que no hallaba resquicios para superar la defensa local y cuyo técnico, Rubén Burgos, tuvo que solicitar un tempranero tiempo muerto para frenar al rival (11-3).
La arenga del técnico valenciano, junto a los cambios introducidos, con Reisingerova y Rosó Buch en cancha, permitió a su equipo recortar diferencias (16-14), obligando a Eric Suris a parar el crono, pero las valencianas habían encontrado acomodo en los lanzamientos y, con una defensa intensa, equilibraron el tanto al finalizar el primer cuarto (24-24).
Esa igualdad se mantuvo en el segundo, con dos equipos que presentaron una gran lucha y un nivel altísimo en todas las facetas del juego, por lo que cualquier detalle servía para inclinar el resultado hacia uno u otro y, en este caso, fue el acierto desde el exterior del UNI Girona y su control del rebote (38-32).
Pero el Valencia también tenía sus armas y, antes del descanso, Abalde y Buch reclamaron protagonismo con su juego y su entrega, para dejar el resultado en un apretado 43-42.
Las catalanas no cedieron en su camino hacia la final, y María Araújo aportó seguridad en el ataque, encontrando espacios en la pintura, para ampliar la renta de su equipo (56-49). Rubén Burgos reaccionó de inmediato, para evitar que el rival adquiriera mayor distancia y pudiera romper el partido.
La renta de Girona llegó a alcanzar los nueve puntos (59-50), merced a un mayor dominio del rebote y mejor porcentaje de acierto cara al aro, pero un último arreón de las valencianas volvió a apretar el tanteo para dejarlo en 59-54 en el tercer cuarto.
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Y, aunque el Valencia comenzó recortando aun más la renta del Girona (61-58), se bloqueó ante la intensa defensa zonal del rival y pagó la ausencia de Reisingerova, clara dominadora en el juego interior, para ceder terreno, lo que aprovechó a la perfección el cuadro catalán para rematar el partido y amarrar el triunfo.