La primera semifinal de la Lliga Catalana fue un entretenido partido con los pros y los contras de un duelo a principios de temporada que a pesar de ser el primero oficial de la temporada acaba siendo un partido de preparación.
El MoraBanc Andorra llegaba mejor físicamente se notó sobre todo en un primer cuarto donde marcó siempre el ritmo de juego y, menos al inicio del partido (1-4), fue siempre por delante gracias a su mayor acierto en un pabellón muy caluroso. Un parcial de 6-0 le llevó a cerrar el cuarto con un marcador de 23-17.
No podía empezar peor el segundo parcial para el Joventut que vio como pasaron casi dos minutos sin poder anotar y el Andorra, con una alta presión y una gran defensa se puso 10 puntos arriba (27-17) ampliando el parcial a 10-0.
Laprovittola se puso al equipo a sus espaldas y consiguió que el equipo subiera una marcha el ritmo de juego y lograba ponerse 34-32 a 3'10" para el descanso.
Se entró en un periodo de muchos balones perdidos y falta de puntería para finalizar el segundo cuarto con un ajustado 38-37, aunque la Penya no conseguía ponerse por delante en ningún momento, había cambiado su imagen.
El objetivo lo consiguió al inicio del tercer parcial tras una canasta de Dawson nada más iniciarse (38-39), pero el flamante fichaje del Andorra, el italiano Michele Vitali se puso en modo on fire y dirigió al equipo con maestría para volver a poner en problemas al Joventut. Los 27 puntos que encajó el equipo badalonés en este tercer parcial fueron una losa.
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Se inició el último cuarto con un 65-56 que dificultaba las cosas a los verdinegros, pero supieron remontar el bajón con trabajo e intensificando la velocidad en las transiciones y el rebote, pero el Andorra gestionó a la perfección la ventaja y acabó llevándose el partido por 83-75 y volverá a jugar la final de la Lliga Catalana, la cuarta en los últimos cinco años. Espera rival.