Pese a que puede resultar injusto e incluso arbitrario resumir las dos décadas de exitosa carrera deportiva de Juan Carlos Navarro en momentos puntuales, sin duda alguna estos cinco han jugado un papel determinante.
debut con el barça
El escolta de Sant Feliu era la gran joya de la cantera azulgrana en categoría cadete y en su ‘estreno’ como júnior por su gran capacidad anotadora. Por fin, Joan Montes le dio la alternativa el 23 de noviembre en el Palau ante el Covirán Granada con 17 años. Y Navarro respondió anotando 11 puntos en 10 minutos con 2/3 en tiros de dos y 6/9 en tiros libres para acumular +12 de valoración.
oro mundial júnior
Poco a poco, Navarro hizo un sitio en el primer equipo mientras lograba con España el Europeo sub’18 en Bulgaria (81-70 a Croacia en la final con 15 puntos suyos). Sin embargo, la ‘generación de oro’ logró el más difícil todavía al año siguiente el 25 de julio, ya que se proclamaron campeones mundiales sub’19 con una victoria inolvidable ante Estados Unidos en una final en la que Navarro maravilló con 25 puntos.
primera euroliga
El 11 de mayo de 2003 está escrito con letras de platino en la historia de la sección. Aquel día, el Barça de Pesic logró en el Palau Sant Jordi su primera Euroliga tras vencer a la Benetton por 76-65 en la final. En un equipazo con Bodiroga y Fucka, el canterano firmó cinco puntos en una final que disputó con 22 años. Esa temporada supuso el inicio de una década en la que sería un gran referente del Barça y de la selección.
plata olímpica en pekín
Navarro ya había logrado el oro mundial en Japón 2006 (‘paliza’ ante Grecia, quien había eliminado a EE.UU. en ‘semis’) y dos medallas europeas (bronce en Turquía 2001 y plata en Suecia 2003).
Sin embargo, el 24 de agosto de 2008 rozó la gloria en la final olímpica de Pekín ante Estados Unidos (107-118) en un duelo en el que mantuvo sus opciones hasta que sentenció Kobe Bryant.
euroliga y exhibición
Con 29 años, Juan Carlos Navarro estaba en su pleno apogeo y se convirtió en el gran referente ofensivo del Barça que alzó su segunda Euroliga, esta vez a las órdenes de Xavi Pascual.
Fue el 9 de mayo de 2010 en París en un sensacional encuentro ante Olympiacos (96-68) en el que el canterano terminó con 21 puntos y fue elegido MVP de la final.
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Y el 17 de agosto de 2018 supone el punto y final de su carrera.