Sobre el papel entramos en la semana en la que, salvo imprevistos de última hora, Pau Gasol debe debutar con la camiseta del FC Barcelona. Desde el club no se ha anunciado aún qué día regresará a las pistas, pero por las palabras del pívot catalán en su presentación parece que faltan cada vez menos horas para verlo por fin en acción.
“Espero volver pronto”, aseguró el 25 de marzo. Y cuando se le pidió más concreción dijo: “Si todo sigue como está yendo tenemos una idea, pero no hemos cerrado un partido en sí. Ayer fue un buen entrenamiento, hoy lo volveremos a hacer y vamos a ver cómo avanza la semana y decidir el partido en que tendría más sentido volver a la pista. El equipo está muy bien y nos acercamos a momentos importantes. Tengo que coger ritmo para poder aportar mi calidad”.
Y ritmo es lo que está intentando coger en Barcelona, donde se ha quedado para seguir trabajando mientras sus compañeros se batían ante Maccabi, Fenerbahçe y Burgos en un viaje de casi siete días y tres paradas. El club decidió que Pau no viajase y siguiera con su preparación. Tras dos años parado es lógico que le falte ritmo de competición, pero solo podrá cogerlo sintiendo de nuevo la sensación de competir en una pista. Por muchos entrenamientos exigentes, solo con un rival delante podrá saber exactamente en qué punto está.
¿Debut el viernes?
De ahí que Sarunas Jasikevicius podría hacerle debutar en la última jornada de la fase regular de la Euroliga ante el Bayern en el Palau el próximo viernes en un partido intrascendente para un cuadro azulgrana que se ha asegurado la primera plaza en la fase regular por primera vez en la historia de la competición desde que se juega con este formato.
Tendría bastante lógica que, en caso de que Pau se viera en condiciones, el técnico lituano le diera minutos ante el conjunto alemán como rodaje por si lo necesita en el siguiente encuentro, mucho más importante y con cierto morbo. Nos referimos al clásico del próximo domingo en el Palau en partido de Liga Endesa. El Barça necesita la victoria para seguir presionando al conjunto blanco, líder con 27 triunfos tras derrotar anoche al colista (dos más que los azulgranas).
Sería la mejor noticia de la semana para Pau, pero también para una afición ansiosa por ver al mejor jugador español de la historia defendiendo de nuevo los colores del club y ayudando al equipo en un curso que pinta mejor que nunca y en el que podría ser a guinda.
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El objetivo del mayor de los Gasol es la Euroliga, título que le falta, pero está claro que también querrá conquistar su segunda Liga Endesa.