El Barça encajó su primera derrota en la presente Liga Endesa en Vitoria, en la que fue la reedición de la última final. Los azulgranas, que sí puedieron contar con Álex Abrines, sucumbieron ante un Baskonia que tras el descanso se enseñoreó del partido.
Lo cierto es que el Barça acabó pagando su endeblez atrás (encajó 82 puntos) y en ataque fue perdiendo paulatinamente el criterio usando y abusando del triple (8 de 27) y perdiendo 14 balones.
El Baskonia de Ivanovic no engaña a nadie. Muchísima intensidad atrás metiendo manos y colapsando la zona. Y en ataque jugando abiertos para buscar las penetraciones aprovechando el 'pick&roll,o bien doblar para los triplistas.
Eso el Barça lo supo minimizar en parte en los primeros veinte minutos en los que aceptó el cara a cara con su rival. El duelo se conviritó en un intercambio de golpes (2-8, 14-8, 27-33 y 39-40 al descnaso). Primero Abrines, luego Kuric, Hanga, Heurtel y un batallador Davies fueron manteniendo con vida al colectivo barcelonista.
Pero el paso por los vestuarios le sentó fatal al equipo azulgrana que perdió la compostura atrás, se dedicó a atacar sin criterio y le puso la alfombra roja al Baskonia. Los de Ivanovic pudieron recuperar balones, correr a cambio abierto o tener la suficiente paciencia para mover el balón con criterio y buscarr buena posición para sus lanzamientos.
El Barça encajaría un parcial de 14-1 inicial para uno global de 31-18 en el cuarto (79-58) y así es imposible ganar. El último periodo fue un quiero y no puedo de un Barça desfondado y un divertimento para un Baskonia que acabó con cuatro jugadores por encima de los dobles dígitos de anotación liderados por Giedraitis
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Al final del choque, Jasikevicius no quiso ampararse ni en la acumulación de partidso, ni en el cansancio ni en las ausencias (Claver y Mirotic). El técnico lituano habló de un problema de actitud. Bien harán sus jugadores en ponerse las pilas porque este martes les toca jugar de nuevo ante el Gipuzkoa. Avisados están de ahora en adelante.